Desde hace varias décadas gente voluntaria realiza tarea por devoción

Ayer comenzaron a invitar, con panes, a niños y adultos a participar en el Pase del Niño Viajero.

Un aproximado de 10 mil panes se distribuyen desde ayer en el austro, cada uno es una “tarjeta” de invitación para que adultos y niños participen el próximo 24 de diciembre en la gran pasada denominada: Pase del Niño Viajero, manifestación que desde el 2005 fue declarada por la UNESCO “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.

Al frente de la distribución de estos panes no está una empresa, ni una marca, sino un grupo de personas voluntarias que mantiene esta tradición desde hace siete décadas, siendo su mantenedora principal Rosa Pulla (+); tras su muerte en 2007, su hija Carmela Llivipuma Pulla es la principal impulsora.

Precisamente la casa donde su progenitora toda la vida hizo el pan en horno de leña, ubicada cerca de la Cruz del Vado en la Presidente Córdova, hoy sigue siendo el “centro de operaciones”, ahí se elabora no solo el pan de invitación, sino el que se obsequia en la Pasada.

Figuras

Desde las 04:00 de ayer un grupo de hombres y mujeres, liderados por doña Carmela, comenzaron la preparación. Cerca del medio día, el interior de la casa emanaba un aroma especial, pues la masa de harina no solo tiene huevo, mantequilla y otros ingredientes, sino gran cantidad de manteca de chancho, posiblemente este es uno de los secretos para el singular sabor de este producto.

Mientras la mujer, de alegre sonrisa y alto timbre de voz, rememora cómo su madre le enseñó a preparar cada pan (porque no es una producción en serie sino totalmente artesanal) sus manos se mueven de modo veloz con la masa…sus dedos han adquirido un desenvolvimiento impresionante para diseñar las figuras.

Es capaz de hablar y reír mientras, sobre la misma lata, da forma a una gallina, un pelícano, un ave y otras formas de animales. Lo hace sentada junto a su amiga de largas jornadas: una dura mesa que era de su madre. El toque final, antes de pasar al horno, es ponerle los ojos a la figura y en el estómago de cada animalito insertar nueces, pasas y almendras.

De pronto, desde el otro cuarto-cocina se escucha “ya mismo sale”, es la voz de Francisca Remache, una de las fieles del Niño y quien colabora en esta tarea desde hace años atrás, ella hornea el pan. Diligente como ellas es Vilma Herrera, colaboradora, amiga de la familia, ayuda en el amasado, en el horno, en la colocación de los panes en las fundas, etc.

Mientras el trajín sigue por todos los lados de esta antigua casa -conocida en todo el barrio- casi cerca de la puerta en una gran mesa están listos ya varios panes que los enfunda Inés Orquera, de 73 años, una de las priostes; quien recuerda a sus padres Miguel Orquera (+) y Carmela Fajardo (+), que le heredaron la devoción y le pidieron que no deje de colaborar en la Pasada.

Cada funda de pan se va a parroquias, barrios, comunidades, instituciones pública y privadas, planteles educativos; la intención es invitar a autoridades y ciudadanía en general para el martes 23 de diciembre a las 18:00 a la Velación de la Imagen del Niño Viajero en esta casa; y, el 24 a la Gran Pasada.(ACR)

Incertidumbre por el recorrido

A dos meses de la Gran Pasada, hay incertidumbre entre los devotos a este acto de fe religiosa debido a la construcción de la obra del tranvía. Históricamente el recorrido del Pase del Niño Viajero, con sus carros alegóricos y gente revestida, ha partido desde la iglesia Corazón de Jesús, por la calle Gran Colombia, etc.

Ahora Carmela Llivipuma, impulsadora del Pase, todavía no sabe cuál será la ruta “me han llamado muchos par saber la programación y cómo será el traslado, creo que ahora con el tranvía deben cambiar. La gente está muy asustada de cómo y por dónde será…los trabajos continúan en el Corazón de Jesús”.

Anticipa que el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, dialogó con ella y le aseguró que se pondrán de acuerdo.

MAS DETALLES

Al “Niño Viajero” se le identifica con la imagen del Niño Dios, mandada a esculpir por Josefa Heredia en 1823, según el libro “El pase del Niño Viajero en Cuenca” de la Fundación Municipal Turismo Cuenca.

El último dueño de la Imagen fue Monseñor Miguel Cordero Crespo, quien en 1961 realizó una peregrinación en varios lugares, acota el libro con referencias de Susana González, Nydia Vásquez y otros autores.

A su retorno a Cuenca, la gente le dio a la escultura el título de “Niño Viajero”. La primera Pasada fue en 1933 por iniciativa de Miguel Cordero Crespo. La Arquidiócesis de Cuenca está al frente de la organización.

Fuente: El Mercurio

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