Julio Espinoza
Julio Espinoza

Mañana martes, Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad, enclavada en los Andes, se dispone a conmemorar el aniversario 195 de su emancipación política, suceso que se inscribe el 3 de noviembre de 1820. Luego de la independencia de Guayaquil, el 9 de octubre de aquel año, con la participación de José de Villamil, Francisco de Lavayen, José de Antepara y el apoyo de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, Cuenca, con la intervención de José María Vásquez de Noboa (patriota chileno), Tomás Ordóñez, el presbítero Javier Loyola y Miguel Fernández de Córdoba, entre otros próceres, con pocas armas, es sometida la guarnición  española acantonada en Cuenca. El 4 de noviembre se independiza Azogues, ciudad hermanada con Cuenca. El vendaval libertario del dominio español avanza por las provincias y ciudades interandinas, hasta culminar el 24 de mayo de 1822 con la Batalla del Pichincha, acción bélica con la que se consolida nuestra emancipación.

Cuenca, luego de 458 años de fundación  y 195 de independencia, representada por la Municipalidad y la cooperación de entidades públicas y particulares, de autoridades provinciales y nacionales, ha preparado un programa de festejos que incluye actividades culturales y cívicas, académicas y artísticas, exposiciones y ferias artesanales. Este programa de festejos, que ha comenzado ya, suma alrededor de 300 eventos. Entre los actos académicos consta la sesión conmemorativa del Cabildo Cuencano que presidirá el Alcalde de la Ciudad. Participarán el Jefe de Estado, algunos ministros y asambleístas, autoridades nacionales y regionales. El Concejo entregará preseas y acuerdos a distinguidas personas e instituciones de la ciudad, en reconocimiento al aporte cultural, artístico, educativo y empresarial, ofrecido a Cuenca y a la colectividad. Pues Cuenca se ha vestido de gala y sus edificios lucen embanderados “! Reina hermosa de fuentes y flores/ Cuenca ilustre, de galas vestida/ Rebosante de luz y de vida/Lujo y honra del noble Ecuador”!, reza la primera estrofa de  su himno. Es de desear que los cuencanos y azuayos, y por extensión los ecuatorianos, con motivo de esta conmemoración  y en homenaje a nuestros valores cívicos, disfrutemos de regocijo y esparcimiento  olvidándonos de inoficiosos desafíos. (O)

Fuente: El Tiempo

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