Con dos órdenes de ejecución firmadas en enero de 2017, el presidente ha intentado cambiar el panorama de inmigración de nuestra nación. Si bien hay razones para creer que será muy difícil y muy costoso implementar estas órdenes -sin mencionar los desafíos legales que se van a crear- las mismas parecen haber dado a las agencias de inmigración y aduana más fuerza y un nuevo sentido de autoridad. Según lo escrito, las órdenes requieren que se contraten nuevos agentes y que se impongan nuevas prioridades de detención, arresto y deportación. ¿Sucederá esto en una escala masiva? Yo lo dudo. Pero por lo menos las órdenes contienen un mensaje preocupante para los inmigrantes y refugiados: “dense por avisados”.

Y por consiguiente vemos y oímos la ansiedad y el miedo de las personas. Cada semana, nuestro personal de servicios legales se reúne con más de 100 inmigrantes que buscan información a través de consultas, y desde la elección hemos educado y hablado con casi 2,000 personas y familias en más de 90 eventos en la ciudad de Nueva York y la región del valle bajo del rio Hudson. Nuestra línea telefónica directa de inmigración recibió más de 6,000 llamadas el mes pasado.

Según algunas estimados existen más de 800,000 personas indocumentadas quienes han vivido en el estado de Nueva York durante mucho tiempo. Muchos tienen familias de estatus mixto, con niños que son ciudadanos de los Estados Unidos, y quizás tienen el estatus de DACA. Estas personas necesitan de cuidado especial lo que hace que este sea un momento muy importante para nosotros.

Recientemente, el Concejo de Nueva York llevo a cabo audiencias sobre las órdenes de ejecución de Trump, por lo que queremos ofrecer las siguientes recomendaciones, las cuales creemos también pondrán a la administración “en aviso” de que Nueva York no se va a quedar de manos cruzadas:

  • Urgimos a la ciudad a continuar su compromiso de proteger la información personal de los inmigrantes y salvaguardar la integridad de los espacios públicos propiedad de la ciudad.
  •  Instamos a la ciudad a fortalecer su defensa y comunicación acerca de la inmigración y los valores de los inmigrantes; y a que aumente y desarrolle una red de sitios de divulgación, información y educación -espacios seguros en donde exista buena información- incluyendo soporte a través de una línea telefónica directa.  Esto es de particular importancia para los jornaleros, para los niños no acompañados y sus familias, y para otros grupos vulnerables, especialmente aquellos que viven en comunidades con un menor acceso a ayuda y apoyo.
  •  Por último, urgimos a la ciudad a que continúe y amplíe sus compromisos de servicios legales, como aquellos que se prestan a través de ActionNYC en escuelas, la Iniciativa de Oportunidades de Inmigrantes, y la iniciativa de defensa de los niños inmigrantes ICARE, la cual ha ayudado a miles de familias y niños a través de una efectiva y bien diseñada red de agencias jurídicas de la ciudad y sin ánimo de lucro las cuales trabajan conjuntamente.

Este es un momento importante. Es un momento para fortalecer nuestro trabajo en ayuda a los inmigrantes, y un tiempo para redoblar la promesa a aquellos con quienes hemos moldeado la historia de esta nación y con quienes compartimos su promesa.

-Mario Russell es abogado de inmigración y director de Servicios de Inmigrantes y Refugiados para Caridades Católicas, NY

 

FUENTE: EL DIARIO NY
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