Por: Pablo Estrella

El día martes, visitaron Cuenca el Vicepresidente de la República y los  Ministros de Transporte y Obras Públicas, y de Electricidad y Energía.  Con el Alcalde y funcionarios municipales constataron el grado de avance del tranvía. Cuando la delegación se encontraba en el patio-taller del Proyecto, fue abordada por la presidenta de AMA, Germania Ullauri, para solicitar por tercera vez, en nombre de los 15 alcaldes de la provincia, una audiencia para tratar el problema de la vialidad del Azuay con el ministro Walter Solís, ante los retrasos y el deterioro que registran  la casi totalidad de las obras en ejecución. No hubo una respuesta concreta y definitiva. Se habló de la posibilidad de reunirse la próxima semana, aunque no especificó fecha.

¿Qué es lo que está pasando con las autoridades locales y provinciales, con nosotros los ciudadanos, que no somos capaces de reaccionar y  responder ante desplantes de esta naturaleza? ¿Cómo es posible que se trate así a los alcaldes del Azuay, que vienen solicitando una y otra vez esta audiencia, sobre un tema tan sentido como es la vialidad? ¿Es qué nuestra ciudad y provincia son objeto, una vez más, de un trato discriminatorio? Resulta extraño que el señor Alcalde, a nombre de la Municipalidad de Cuenca, que pertenece a la AMA,  no haya exigido que en la agenda del ministro se haga constar tal audiencia.  Desde el 7 de agosto los alcaldes decidieron declararse en sesión permanente, con la finalidad de buscar dicho encuentro, solicitando a los asambleístas (con excepción del Eco. Oswaldo Larriva, que mantuvo una posición de franco apoyo)  y a los ministros azuayos, que se sumen al pedido para hacer realidad la  reunión. ¿Son tantas las ocupaciones de un funcionario púbico, que no puede atender un tema urgente? ¿O es qué no tiene respuestas y soluciones concretas para una vialidad en permanente deterioro? ¿O es qué existe un quemimportismo para la tercera ciudad del Ecuador y para una provincia como el Azuay, que aportan de manera significativa para el desarrollo nacional? Y no solo de parte del ministro, sino de los otros  ministros azuayos y del resto de asambleístas.

Parece que el gobierno ha asumido el tranvía como un proyecto emblemático para Cuenca, seguramente porque es el único que se realiza, con todas las dificultades que estamos sufriendo. Así se explica la visita del Vicepresidente y de la comitiva oficial, en momentos políticos difíciles. Pero no se explica, en cambio, la negativa reiterada para abordar la vialidad, sobre la  que mucho tiene que responder el gobierno, comenzando por el hecho de que Azuay está ubicado en el décimo cuarto lugar en lo que respecta a la atención gubernamental en este ámbito.
Si así ha sido en “época de vacas gordas”, ¿cómo será en “época de vacas flacas”?  (O)

Fuente: El Tiempo

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