Crece la preocupación en la población por los constantes cierres y el mal estado de las vías que conducen desde la provincia de Azuay hacia las provincias de El Oro y Guayas.

Vía Cuenca-Girón-Pasaje

El mantenimiento y mejoramiento de la vía Cuenca-Girón-Pasaje es uno de los principales ofrecimientos que no ha cumplido el Gobierno Nacional. Esto genera gran malestar en quienes la utilizan y el descontente es evidente.

Su intervención inició en septiembre de 2014 y por ahora los trabajos están detenidos. Se anunció una inversión de 31’262.479 dólares en un trayecto de 139,6 kilómetros (km) que une a Azuay con El Oro. Debía estar a finales de 2015.

Está a cargo de la empresa de China Sinohydro que al principio tuvo como subcontratistas a la Constructora Carvallo y luego, desde marzo de 2015, a la firma FOPECA.

Por esta ruta circulan diariamente decenas de buses de pasajeros de las cooperativas interprovinciales como: Azuay, Pullman Sucre, Rutas Orenses, Piñas y TAC. También intercantonales como Santa Isabel y San Fernando.

Marlon Apolo, ayudante de la empresa Piñas, indicó que algunos tramos son intransitables debido a que hay grandes baches y porque la mesa de rodadura prácticamente ha desaparecido.

Daños

“Un poco antes de llegar a Santa Isabel ya empieza la mayoría de daños y se van hasta pasar la zona de Sarayunga… Los sistemas de amortiguación de los carros se dañan porque a veces no se pueden evitar los baches…”, comentó.

Indicó que los representantes de las compañías de pasajeros que utilizan esta carretera en caso de no solucionarse este problema se reunirán para tomar resoluciones al respecto.

En algunos espacios pavimentados de esta arteria vial asimismo se evidencian agrietamientos y hundimientos, que impiden una normal circulación, a lo que se suman deformaciones debido a fallas geológicas.

Estos últimos inconvenientes se dan especialmente en la zona de los cantones Santa Isabel y Girón lo que asimismo produce nubes de polvo y en cambio lodo cuando hay presencia de lluvias. Paulino Ortíz

Paulino Ortiz es gerente de la empresa de transporte de pasajeros Azuay, cuyas unidades circulan por las vías Cuenca-Girón-Pasaje y Cuenca-Molleturo-El Empalme.

Para Ortiz la primera de estas carreteras está instransible, especialmente, desde en el tramo entre Lentag y San Francisco y desde allí hasta Quera, donde está el límite con la provincia de El Oro. Suman unos 120 kilómetros (km).

De acuerdo con Ortiz no hay mantenimiento por lo que la calzada a lo que suman los daños que producen, desde San Francisco, los vehículos pesados que trabajan en el proyecto hidroeléctrico Minas-San Francisco.

Indicó que los sistemas de armotigación que tienen los buses se dañan debido a los grandes baches, lo que representa costo adicionales que incluso afectan directamente a la operación.

“El deterioro de nuestra unidad es entre el 800% y 1.000%, una hoja que debería durar un año y medio ahora nos dura dos y tres meses, los parabrias se rompen…”, indicó.

Una de estas es la Cuenca-Molleturo-El Empalme. Su construcción, en pavimento, inició en agosto de 2008 y culminó en noviembre de 2011. Su longitud es de unos 111 kilómetros (km) y representó una inversión de 63’000.000 de dólares.

Tiene hundimientos por ejemplo en las zonas correspondientes a los kilómetros: 66 74 y 82 donde la calzada presenta daños. Algo similar ocurre en el 84; allí se observa una afección de unos 45 metros (m).

Esto se repite cerca de los kilómetros 90 y 101, mientras que en el 102 la capa de rodadura necesita ser reparada porque, según algunos transportistas como Daniel Ortiz, esto ha provocado desperfectos mecánicos y accidentes.

Ortiz utiliza esta ruta unas tres veces por semana para transportar mercadería desde Cuenca hasta Naranjal, Durán y Guayaquil. Considera que es “vital” para la conexión comercial por lo que debe estar siempre expedita.

Turismo

Pero además, según Lizardo Tapia, conductor de furgonetas de servicio turístico, este es un corredor primordial para el turismo, principalmente, hacia Cuenca y algunos cantones azuayos.

“Si esta vía no está bien esto tiene un impacto negativo en el turismo, en la hotelería, en los restaurantes y eso significa un impacto negativo en la economía de estos negocios y de las personas que viven de estos (…)”, refirió.

Actualmente en el kilómetro 92,5 el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) ejecuta trabajos para recuperar un carril que se hundió en marzo de este año. Los conductores y usuarios tienen que esperar hasta unas hora para pasar.

El MTOP tiene permanente maquinaría para la limpieza de deslaves que se producen, principalmente, en los kilómetros 88 y 91, 98 y 99. Esto se ha agravado con la temporada invernal.

Félix Galarza y Adrián Miranda son integrantes de una de las microempresas de mantenimiento que trabajan en esta arteria. Junto a otros ocho trabajadores tiene a su cargo el tramo desde el kilómetro 91 hasta el 118.

Hasta el último jueves no había recibido ocho meses de pago por su trabajo. Ganan 431 dólares mensuales de lo que tiene que destinar parte para el pago al Instituto de Seguridad Social (IESS) y Servicio de Rentas Internas (SRI)

Fuente: El Mercurio

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