Ayer se realizó la lectura del informe preliminar sobre el examen de la Contraloría a los procesos de contratación, construcción y fiscalización del proyecto  hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, ubicado en Napo y Sucumbíos. Además, se analizó la fabricación e instalación de equipos y componente electromecánicos.

La principal conclusión del organismo de control es que la obra, a cargo de la empresa china Sinohydro, tiene fallas estructurales, que han provocado 7.648 fisuras de hasta 38 cm de longitud. Estas fisuras se encuentran en las ocho turbinas del proyecto.

Se necesitaría un costo de reparación de 1.010 millones de dólares, debido a que los trabajos involucrarían la remoción de todo el hormigón de la casa de máquinas.

2.240 millones de dólares fue el costo de la obra.

Esta situación es el resultado, según la Contraloría, de que Sinohydro realizó la construcción de los distribuidores de las ocho turbinas con materiales no homologados y sin un adecuado control de calidad. Además, durante el transporte y la manipulación de los elementos se realizaron sueldas que afectaron la integridad de las estructuras.

A esto, se añade que al momento de la instalación de tuberías de presión y distribuidores no se aplicaron los procedimientos técnicos de soldadura, lo que ha provocado que desde 2015 se deban hacer varias reparaciones con costos adicionales para las autoridades ecuatorianas. Estas reparaciones no han solucionado el problema, porque las fisuras vuelven a aparecer.

Contexto
Todo esto ocurrió ante la inacción de las autoridades del Gobierno de Rafael Correa, que incluso favoreció a la contratista Sinohydro con una prórroga adicional de 167 días para cumplir con la entrega de la operación inicial y de la fase 1, sin haberle impuesto la penalidad por el retraso, que ascendería a 78,2 millones de dólares.

Además, durante el proceso de construcción, la contratista presentó planillas sin incluir documentos de soporte que certifiquen el control de calidad, sin que autoridad alguna haya puesto algún reparo o haya intentado parar la obra hasta que se cumplieran los estándares mínimos.

1.500 megavatios es su capacidad máxima.

El periodo examinado por la Contraloría abarca del 10 de septiembre de 2012 al 30 de abril de 2018; y del 16 de diciembre de 2015 y el 30 de abril de 2018.

Por eso, las autoridades actuales también tienen responsabilidad en el hecho de que Sinohydro y Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) no han llegado a un consenso sobre la aprobación de un cronograma optimizado y consolidado para atender los ítems pendientes definidos en la fase 1 y 2 del proyecto.

Entre estos está la construcción de un campamento permanente de operación, que tiene un avance del 76,38%, lo que ha dado lugar a que la Unidad de Negocio de Coca Codo Sinclair incurra en gastos adicionales por 763.560 dólares, para el transporte del personal técnico y administrativo desde el campamento hacia la central hidroeléctrica. (JS)

Otros perjuicios
° Al momento, existen 171 defectos sin atención o solución, ocasionándose un perjuicio de 465.380 dólares a Coca Codo Sinclair; y 27 millones de dólares al Estado ecuatoriano por la afectación a los ingresos que debía percibir con la comercialización de la energía producida.

Fernando Salinas, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos, explicó que el Gobierno debe exigir que Sinohydro pague todas las reparaciones y deje a la central tal como se estableció en los diseños originales. “Por el  momento, no hay problemas de operación, pero en el mediano plazo los costos pueden ser mayores”, concluyó.

Fuente: La Hora

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