La ley fue tratada durante tres años. Tras la votación se recibieron reacciones positivas por parte de grupos ciudadanos.

Con 96 votos afirmativos, cero negativos, cero blancos y 32 abstenciones, fue aprobada la ley reformatoria a la Ley de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial. De acuerdo con el asambleísta ponente, Fafo Gavilánez, la reforma consta de cinco ejes, cuyos principales puntos los detalló en su presentación.

Sobre el tema de la electromovilidad, se ha establecido que haya una promoción e incentivos al transporte eléctrico para precautelar el medioambiente. Las entidades públicas deberán destinar el 2% de sus espacios de parqueo para uso de vehículos eléctricos. También se establecen regulaciones de uso de escúteres eléctricos, que serán regulados por GAD. Se incorpora como medida de pacificación las zonas 30 km por hora en áreas residenciales o locales, y de 20 km por hora para zonas escolares, que ya se elevaría a categoría de ley. También se creará un registro de biciusuarios, para así tener información sobre el parque ciclístico. Adicionalmente, los gobiernos autónomos descentralizados crearán redes de ciclo-parqueaderos públicos.

En cuanto al segundo eje, que es el fortalecimiento de la educación vial, explicó que se crea una malla curricular para entidades educativas privadas y púbicas, tanto para los conductores como para los estudiantes de los niveles inicial hasta el bachillerato. Las escuelas de conducción profesionales y no profesionales deberán contar con la acreditación de la calidad del Sistema de la Educación Superior. También se crea la licencia especial para conductores de metro, tranvía, teleféricos, funiculares y similares. Como un incentivo para buenas prácticas, se reducirá el 50% del valor de la licencia a los conductores que por cinco años no pierdan sus 30 puntos.

Al hablar de seguridad vial, se prohíbe la homologación de vehículos de baja puntuación en pruebas de deformación por colisión o la utilización de chasis de vehículos de carga en transporte de público para precautelar la vida de conductores y pasajeros. Se establece que habrá auditorías de seguridad vial en las carreteras, en las fases de estudios, ejecución y operación. Esto logrará reducir el alto índice de siniestralidad. Para obtener la licencia de motociclistas, la educación será presencial y con equipamiento obligatorio y pruebas de destreza. No se permitirá el comercio en las unidades de transporte.

Los GAD deberán capacitar a su personal de control del tránsito al menos dos veces al año y establecer un plan de carrera. Deberá haber un control del número de agentes y tiempo de duración de un operativo, para así evitar actos de corrupción de operativos improvisados.

En un quinto eje, sobre planificación, control y tecnología, se creará un sistema de patrones de movilidad, herramienta de planificación. Además se plantea crear un sistema unificado de peajes automáticos. Habrá obligatoriedad de uso del GPS para las unidades de transporte y se plantea que haya cámaras externas para patrullas, que registrarán los procedimientos de los infractores de tránsito.

La aprobación generó una respuesta positiva de varios sectores ciudadanos. Consumidores Ecuador, Fundación Cavat y Fundación Ciudadana reconocieron la voluntad política de los legisladores, en especial, por incluir algunas de las recomendaciones que hicieron al proyecto de ley en relación a los factores de riesgo prioritarios. Exhortaron al Gobierno para que la ley pueda enviarse al Registro Oficial.

Sarahí Maldonado, representante de Consumidores Ecuador, dijo que los avances logrados en la Ley de Tránsito se traducen en menos muertes en las calles. “La ley incluye la reducción de velocidad en las zonas residenciales a 30 km/h y a 20 km/h en zonas escolares. Asimismo, se regulará el uso obligatorio y correcto (abrochado) de cascos estandarizados y homologados para conductores y pasajeros de motociclistas y todo vehículo similar, como scooters y bicicletas eléctricas”, expresa.

Según cifras de Fundación Cavat, al día mueren diez personas en las vías a causa de siniestros de tránsito, considerando las que fallecen en el lugar del siniestro y las que mueren 30 días después de haber ocurrido. “Estas cifras son alarmantes, necesitamos una ley que se adecúe a las problemáticas y desafíos actuales; por lo tanto, es una oportunidad histórica para que este Gobierno dé paso a que la ley se envíe al Registro Oficial y, ya en la práctica, se traduzca en reglamentos que impacten positivamente en la vida de las personas”, menciona Kléber Almeida, representante de esta organización.

Entre tanto, Jorge Calderón, presidente de Federación de Taxis del Ecuador, presentó el proyecto de reformas en septiembre de 2018 y este se ha venido trabajando por casi tres años. La postura del sector del taxismo ha sido que no existan prebendas ni privilegios a ningún tipo de transporte. En este sentido, la preocupación ha sido por el artículo 57, que plantea que las camionetas doble cabina puedan llevar pasajeros. Esto no sería conveniente, pues generaría una competencia irregular con otros tipos de transporte de pasajeros.

Para Calderón, la ley debe ser técnica, no gremialista ni politiquera. Entre los puntos que destaca de la ley está que se establezca una sola revisión técnica anual. En lo que tiene que ver con plataformas tecnológicas, habría un control por parte de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) que, a entender de Calderón, ya no permitiría la actividad de las aplicaciones internacionales.

Fuente: El Universo

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