Acabamos de celebrar el 25 de noviembre el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, y creo que es hora de ser realistas en función de conocer cuál es nuestra realidad y hasta donde un día como el mencionado pueda incidir en un cambio de actitud para con la mujer. A propósito debemos recordar que las Naciones Unidas habla de «16 días de activismo contra la violencia de género», que comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y termina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Esta campaña tiene como objetivo llamar a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres en todo el mundo.
Ya adentrándonos en nuestra realidad, debemos mencionar que Girón está considerado como uno de los cantones con más alto porcentaje de emigración, dejando como secuela mujeres adultas, mujeres jóvenes, adolescentes y niñas abandonadas, o bajo la tutela de parientes o vecinos, suscitando el problema de la existencia innegable de huérfanas funcionales ante la ausencia de padres y madres. Escenario que conlleva a la pobreza material y sobre todo a la pobreza emocional de muchas mujeres, siendo como es obvio suponer, víctimas de la violencia de la sociedad de consumo , que inicia menoscabando los valores para terminar con repercusiones físico-psicológicas. Esto es violencia contra la mujer, aunque se diga lo contrario.
Niñas sin la protección de sus padres que fácilmente son víctimas de su inocencia y de una sociedad agresiva para convertirlos en madres adolescentes, con los consabidos problemas que esto conlleva. En verdad debo mencionar que aquí en Girón es alarmante el problema generado por el alto número de niñas y adolescentes embarazadas. ¿Acaso esto no es violencia contra la mujer?
Con el máximo respeto que se merece la religión, debo mencionar que detrás de una manifestación de religiosidad se esconden problemas como el alcoholismo y el machismo que directa o indirectamente atentan contra la mujer. Es necesario aceptar para actuar, no podemos ser pasivos ante una realidad innegable.
Las estadísticas de nuestra provincia en relación al tema tratado, reflejan la realidad que se vive en Girón, en efecto, existe un porcentaje preocupante de mujeres que han sido víctimas de la violencia por parte de la pareja, pero que no lo aceptan por así decirlo, debido a estereotipos o creencias ancestrales y/o religiosas como el de que: “el hombre es superior”, de que “las parejas deben mantenerse unidas sin importar la violencia del cónyuge” de que “las mujeres se casan para servir al marido”……… y más ideas que todavía están enraizadas en nuestra población……, amigas y amigos esto se llama violencia contra la mujeres.
Y podemos seguir enumerando más acciones de violencia contra el mal denominado “sexo débil”, pero lo importante a la hora de la verdad es ser propositivos en función de disminuir la violencia contra las mujeres en Girón. Y en este contexto, creo que es hora de empezar a trabajar en equipo, para potenciar acciones, para no caer en duplicidades y sobre manera ser más productivos en la consecución de objetivos; es hora de la labor interinstitucional, pero con objetivos claros, concretos, con planificación mínimo para un año, con responsables identificables, con evaluaciones de resultados y sobre todo con el compromiso de ser parte de la solución y no del problema.
Es el momento para que instituciones como el GAD Municipal, el COCPINAG, El Hospital de Girón, colegios, la iglesia y más actores tanto públicos como privados, se reúnan y se traten este problema, para enfrentarlo con un trabajo y por ende programación para todo el año, que lo poco o mucho que se haga servirá como un aporte a disminuir la violencia contra la mujer, que siendo sinceros todavía no está visibilizada en nuestro medio.
Acuérdate que: “no te golpea por ser alta o baja, gorda o flaca, necia o inteligente, licenciada o analfabeta….te golpea por ser mujer.
¡Es hora de decir basta………………………..
Dr. Hugo Lucero Luzuriaga
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