La eliminación de la visa a México para los ecuatorianos,  desde el 29 de noviembre de 2018, facilitó los viajes por turismo a ese país,  pero también acortó la ruta de los migrantes en su afán de avanzar y llegar a Estados Unidos por tierra de forma irregular.

1.525 ecuatorianos visitaron la nación azteca y no retornaron durante el 2018. Ese número aumentó a 7.800 desde el 1 de enero hasta el 20 de agosto de 2019, periodo en el que salieron  50.322  y regresaron 42.522. Esto  representa un aumento del 411,4% de los que no vuelven.

La mayoría de los que se quedan corresponde a casos de personas que buscan entrar a EE.UU., incluidos los menores de edad. El cónsul de Ecuador en la ciudad estadounidense de Chicago, Carlos Lenin Housse, asegura que desde que se eliminó el visado a México se triplicaron las  autorizaciones  de padres ecuatorianos enviadas a través de las redes consulares  para que  sus hijos puedan salir  de Ecuador y conseguir la anhelada reunificación familiar.

Doscientos menores  que viajaron a México no regresaron al país durante el 2018. Y desde el 1 de enero hasta el 20 de agosto de este año ya van 2.288 que no han retornado, la cifra más alta de las últimas dos décadas con  un incremento del 1.044%.

El viaje de los menores es propiciado por sus familiares pese a la situación compleja de la frontera entre México y Estados Unidos con violaciones sexuales y matanzas de los migrantes.

Una niña ecuatoriana se suicidó el 11 de marzo del 2014 a los 11 años de edad en un albergue mexicano tras ser violada. Sus padres habían acordado el viaje con el “coyote” – como se conoce a quienes se dedican al tráfico de personas– desde Estados Unidos.

Estas migraciones continúan. Tres adultos viajaron a México en marzo pasado con un adolescente de 16 años con el fin de llegar a EE.UU., donde viven los  padres del menor.  Ellos  tienen  vínculos familiares entre sí e ingresaron a la nación azteca como turistas. Adquirieron un tour de cinco días para conocer la capital mexicana a un costo de  $ 1.000 por persona, incluidos los pasajes aéreos.

Esa fue ‘la pantalla’, ya que habían pactado con el ‘coyote’ para que antes de la última noche del paseo abandonen al grupo de turistas para ir hacia la frontera con Estados Unidos. Por ese traslado pagaron $ 9.000 cada uno.

Elena cuenta que su hermana, quien iba entre los cuatro que viajaron, le dijo que a pesar de sus estudios en contabilidad solo conseguía trabajos esporádicos y mal pagados en Ecuador, por lo que había decidido migrar.

Al llegar al aeropuerto de México los cuatro fueron encerrados en un cuarto, donde los agentes de migración les dijeron que eran sospechosos de querer ir hacia EE.UU., pero al demostrar que habían pagado un tour  los dejaron ingresar.

Cuando llegó la última noche del tour, el ‘pasador’, como también le dicen a los que  trafican con personas, los llevó a una casa donde se quedaron escondidos a la espera de seguir su camino.

Elena, hermana de uno de los 4 ecuatorianos que regresaron a Estados Unidos a través de México tras ser deportados. Foto: Johnny Guambaña
Elena, hermana de uno de los 4 ecuatorianos que regresaron a Estados Unidos a través de México tras ser deportados. Foto: Johnny Guambaña

 

Pero pasó un mes y les avisaron que los dejaron abandonados, por lo que decidieron avanzar por cuenta propia. Desde entonces, sus familiares en Ecuador no tuvieron noticias hasta que  dos meses después cayeron presos.

Por la cantidad de migrantes que estaban en las cárceles,  permanecieron en un campamento al aire libre con las manos y pies esposados, ingiriendo comida “muy mala”, según cuenta Elena.

Tras un juicio, los cuatro lograron tener una amnistía y quedaron libres por el momento. El viaje y los gastos judiciales les  generó una deuda de unos  $40.000. Ellos ahora trabajan, los tres  en la construcción, incluido el adolescente, quien dejó el primer año de bachillerato en el cantón azuayo de Girón. La hermana de Elena limpia casas.

A su llegada a EE.UU. el adolescente volvió a ver  a sus padres tras trece años de que ellos hicieran el mismo periplo.

Jonathan, un guía turístico mexicano, confirma en un diálogo vía WhatsApp que de los grupos ecuatorianos que reciben varios se escapan a diario de los tours. ¿Cuántos, uno, dos, tres?, preguntamos. “Más yo creo”, responde evitando entrar en detalles, pero sí asegura que en su país se analiza  volver a exigir la visa a los de Ecuador.

El número de pasaportes entregados en las oficinas del Registro Civil en Cuenca, en la provincia del Azuay, también evidencia el intento de entrar a EE.UU. a través de México.

La demanda del  documento se incrementó, según Diego Cabezas, coordinador zonal de la institución. “Uno de los factores de mayor incidencia (para el aumento en la emisión de pasaportes) es el coyoterismo que se aprovecha de manera negativa de esta situación de entrar a México sin visa”, refiere.

Hasta el 21 de agosto último se emitieron 32.679 pasaportes en comparación a los 29.523 entregados durante todo el 2018, solo en Cuenca.  El alza es del 10%  en los primeros siete meses y medio del 2019, pero en lo que va del año  ya se superan los entregados en todo el 2018.

El  mes con más demanda fue julio con  5.451. Aunque esto coincide con las vacaciones escolares en la Sierra, Cabezas  asegura  que la gran mayoría se debe a temas relacionados con  la migración riesgosa.  “Según datos que me entregaron desde Cancillería los viajes a México se incrementaron en el 500% en apenas un año”, señala.

Hay casos en los que la propia familia que ya migró hace el pacto con el ‘coyote’ para que lleven   a los que quedan en Ecuador. Ese fue el caso de César C., quien a finales de marzo último migró de la parroquia  Sayausí, del cantón Cuenca,  dejando a una niña de 3 años a cargo de la que era su esposa y  que es  madre de la menor.

El viaje de César  fue pactado y financiado desde EE.UU. por su progenitora. En aquella ocasión los que se quedaron en Cuenca estaban desesperados porque inicialmente el viajero no se comunicaba.

Hoy está detenido en una prisión de EE.UU., donde  emprendió una acción legal para quedarse y trabajar, evitando la deportación.   Raúl Abad, coordinador zonal del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, dice que la motivación para migrar en la actualidad es la reunificación familiar con el pensamiento de “llevar a los que se quedaron para que trabajen en EE.UU. y sean más prósperos”.

Entre los más jóvenes está afincada la idea de  que quienes migraron logran tener en  poco tiempo una casa o un carro. “Los impulsa el  tener más cosas materiales y se arriesgan”, indica Abad.

Antes de la eliminación del visado a México, la ruta que tomaban quienes migraban irregularmente duraba como mínimo 15 días e incluía desde Ecuador, los países de Centroamérica, atravesaban México por tierra hasta llegar a EE.UU.

Ahora en el mismo día se llega a la nación azteca.  “Pagan el tour, cancelan  dos días de hotel en Acapulco o Cancún y luego desaparecen”, asegura Abad.

El abogado experto en temas migratorios Pablo Torres añade que por la falta de empleo en Ecuador  la gente sigue utilizando el ‘servicio’ de los ‘coyotes’.

Pero lo que no consideran los viajeros es que un boleto aéreo a México no les garantiza el ingreso, porque las autoridades de ese país sí analizan los perfiles para determinar las intenciones del periplo.

Los guías mexicanos dicen que hay ecuatorianos que no completan el tour. En la foto, la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en México. Foto: Katherine Mendoza

Incluso, como la información es global,  acceden al historial de cada individuo, donde se estudia si antes han sido deportados o detenidos. De ahí que haya ecuatorianos a los que se les impide el ingreso a México y los regresan porque no tienen comprados tours o no pueden justificar su estadía.

La  familia de Elena  era numerosa y por eso su padre compró una gran mesa de madera para que se sienten todos juntos a comer. Pero como ya hay cuatro integrantes menos en Ecuador,  hoy está arrimada a la pared porque sabe que esos puestos difícilmente se volverán a ocupar.

Se van con la idea de hacer dinero y regresar, pero ya estando en Estados Unidos se quedan y piensan en llevarse a los hijos que dejaron en Ecuador”.
ELENA, hermana de migrante

Antes se iban en busca del sueño americano, ahora los que migraron buscan llevarse a sus familiares, a quienes instan a irse para que prosperen más”.
RAÚL ABAD, de Cancillería

Más de dos mil menores de edad no han retornado

2.288 menores de edad ecuatorianos viajaron a México entre el 1 de enero y el 20 de agosto de este año y no han retornado a Ecuador, un aumento de 1.044% ante los 200 que no volvieron durante todo el 2018.

$ 470 cuesta un pasaje a México

El retiro de la visa como exigencia para ingresar a ese país como turista ha incentivado viajes con fines de migración ilegal a Estados Unidos. Las mafias del tráfico de personas cobran entre $ 10.000 y $ 15.000 con este propósito.

180 días, tiempo de estadía sin visa de turista

Los ecuatorianos pueden quedarse hasta seis meses en territorio mexicano como turistas sin la necesidad de un visado. (I)

Fuente: El Universo

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