Wilson Aurelio Hernández, gironense radicado en EEUU, asumió el domingo 26 de marzo la presidencia del Centro Cívico Ecuatoriano de Greater Danbury, el acto de posesión se cumplió con todos los protocolos de una transición administrativa democrática, seria, responsable, y con un elevado sentimiento de optimismo y confianza ciudadana.
Asistieron importantes autoridades locales, representantes de organizaciones humanitarias afines, prensa, ciudadanía, e incluso la asambleísta Ximena Peña, representante de los migrantes de EE.UU. y Canadá.
El periodo de gestión es de dos años y su misión fundamental es:
-Mantener unida a la comunidad;
-Gestionar ante las autoridades locales, estatales y federales de EEUU, y ante los representantes diplomáticos del gobierno ecuatoriano, los servicios necesarios para que el inmigrante tenga una vida digna, que permita desarrollar sus potencialidades.
– Organizar a la comunidad inmigrante para hacer que la resistencia a los posibles ataques hacia los inmigrantes resulte más eficiente, aliviando en lo posible los impactos negativos.
“La tarea del presidente, es absolutamente honoraria, exigente e intensa; pero, por razones eminentemente cívicas, patrióticas y humanísticas, bien vale la pena este esfuerzo, que enaltece grandemente a quien lo ejerce.” manifestó el flamante presidente Wilson Hernández en un comunicado con este medio.
Cabe mencionar que hoy el Centro Cívico Ecuatoriano de Greater Danbury, acoge en su seno no solamente a ciudadanos ecuatorianos, sino también a ciudadanos de cualquier nacionalidad que desee integrarse desinteresadamente al trabajo Cívico.
El Centro Cívico Ecuatoriano de Greater Danbury es, a criterio de grandes sectores ciudadanos, el que más respeto y credibilidad ostenta, entre aquellos de su naturaleza.
El Centro Cívico fue fundado en el año 1994. Por varios años, esta organización fue punto de encuentro de la hermandad ecuatoriana en esta ciudad para la práctica del deporte y la celebración de toda expresión social y cultural que mantiene vivo el espíritu de ecuatorianidad en tierras lejanas.
En el año 2005, ante el afloramiento del espíritu antiinmigrante de autoridades locales y de sectores retrógrados de la ciudadanía, los dirigentes del Centro Cívico de Greater Danbury, lideraron la resistencia a las intenciones de sojuzgar a los inmigrantes y deportarlos, en muchos casos, violando flagrantemente los más fundamentales derechos humanos de estas personas; pues, el perfil racial era el principal indicio que la Policía de inmigración usaba para arrestar a inmigrantes.
Las tensiones entre la población inmigrante y las autoridades se extendió por el lapso de 4 largos años, luego de lo cual han vivido en aparente tranquilidad, hasta que llegó al poder Donald Trump, un ciudadano con una fortuna significativa, pero sin experiencia ni sapiencia política y con una personalidad desconcertante.
Con esto se han actualizado los temores de los inmigrantes y a resurgido la necesidad de mantenernos unidos y atentos a las amenazas que esta vez vienen desde Washington, dice el manifiesto.
El Centro Cívico cuenta con una sede social propia, desde hace tres años.
