Una familia perdió su casa en Pichanillas
En un colchón colocado en el piso de una casa prestada, recupera fuerzas María Asunción Quezada de 74 años, para seguir trabajando en la remoción de los escombros de lo que fue su vivienda que en la madrugada del jueves colapsó por el invierno que azota a la comunidad Pichanillas, perteneciente al cantón Girón.
Quezada recordó que toda la noche llovía y escuchaba cómo el agua que bajaba de la montaña corría por el patio, hasta que alrededor de las 03:00, su hijo Joel Marín, de 26 años, se despertó asustado porque había estado soñando que su fallecido padre le decía que salga de la vivienda, debido a que había una corriente que los iba a sepultar.
Ella cree que fue “la protección Divina” que les alertó que la casa estaba a punto de caerse, porque a los pocos minutos que salieron, se desplomó.
La primera ayuda humanitaria fue la del Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES, con la entrega de alimentos, colchones, cobijas, ropa, vajilla y una cocineta en la que Ximena Quezada, nuera de María Asunción, prepara los alimentos para brindar a los vecinos que ayudan a remover los escombros y al maquinista de una pala mecánica que fue contratada por la Junta Parroquial de la Asunción para la limpieza del lodo.
Limpieza
Mientras retiraban los restos de adobes y de tejas, encontraron un cuy que sobrevivió bajo los escombros. El hallazgo entristeció a la damnificada, porque trajo a su mente los recuerdos de sus animales que con tanto esfuerzo los criaba y desaparecieron bajo los restos de la vivienda y del lodazal que bajó de la montaña.
También resultó afectada la vivienda de Telmo Marín, porque el material arrastrado por el agua lluvia se acumuló en el patio y se filtró a los cuartos.
Ayuda
La mañana de ayer, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, MIDUVI, estuvieron en la zona evaluando los daños para la reconstrucción de los inmuebles afectados por el invierno.
También estuvieron médicos del Ministerio de Salud quienes averiguaban si había personas que presenten alguna dolencia producto de resfríos o heridas sufridas por el colapso de la vivienda.
Al mediodía un tractor avanzaba por la angosta calle lastrada que conduce a Pichanillas para reparar los tramos que presentan zanjas y pequeños derrumbes, que impiden el paso de vehículos que no tienen doble transmisión. (ASQ) (I)
Girón.
Fuente: El Tiempo