Los accidentes de tránsito en la vía Cuenca- Girón- Pasaje son casi todos los días, una vía que se ha convertido en noticia trágica para la provincia y el país. Los medios de comunicación locales y nacionales dan a conocer a diario estos percances, lo que ha generado que la población caiga en una tolerancia tal que casi que lo aceptamos como normal. Siendo realistas, el gobierno tiene mucho de responsabilidad al desatender las necesidades viales de la provincia. Empero, los conductores tenemos una buena parte de culpa, no es ningún secreto que los irresponsables son muchos, incluso tratando de burlar a los controles, haciendo gala de la famosa “viveza criolla”, viveza del irrespeto y la ignorancia.
En este marco, cabe recordar algunas de las muchas irresponsabilidades que se dan en nuestras vías: conducir en estado etílico, sin licencia, recibiendo llamadas, chateando o hablando con lejanos, apretujados cual sardinas, con llantas lisas y vehículo en malas condiciones mecánicas, carros son sobrepeso, volquetas con material al descubierto, vehículos en competencia sobre todo buses, y jóvenes que gozan del vértigo; motos con compañía y haciendo piruetas, desafiando al prójimo y a la muerte… sumado a las pésimas condiciones de la vía y al mal temporal que disminuye la visibilidad. Mención especial el audaz comportamiento de algunos vigilantes del tránsito que delinquen solicitando coimas cual máquinas de hacer dinero.
La verdad es que, en todos estos entuertos, los choferes tenemos mucho de responsabilidad, por ende, sin pecar de perfeccionistas, todos los conductores debemos hacer causa común para disminuir las siniestralidades en las vías. Respetemos al prójimo y sus vidas. ¡Manos a la obra!
