Piromanía
La piromanía acecha al país, todos hablan de incendios, de culpables, y lo que más llama la atención es que, no pocos, se creen periodistas, en efecto, videos y comentarios sobre incendios han colmado al país. Facebook, Instagram, Tic Tok están que arden, sembrando más el caos en la población ¿A quiénes creemos? Sin embargo, también hay afirmaciones creíbles de la presencia de verdaderos pirómanos. Hoy nos lamentamos del incendio en nuestro Cajas. Ante lo referido nos preguntamos: ¿Los incendios son provocados, y a quienes benefician o contra quienes están dirigidos?
El prender fuego también se da en las calles y vías, donde grupos delincuenciales roban, matan y queman. Asimismo, está que arde la Asamblea Nacional donde con “lenguas de fuego” los simpatizantes de los partidos políticos quieren apoderase de las curules; otros, cual dragones, también lanzan fuego en contra de algunos candidatos a la Presidencia, incluso ya “quemaron a uno”, otros están quemándose y por fin “otritos” van a participar en la contienda prácticamente quemados.
Las quemas también se están generando en el palacio de Carondelet, donde el huésped trata de enviarle a los “quintos infiernos” a la vicepresidenta, dejando vía libre para que el redentor vaya camino al reino de la nube rosada.
Lo lamentable es que algunos, no se cansan de “quemar” la Cumbre Iberoamericana, con los estribillos de que no sirvió, de que no hubo participantes, de que no se llegó a ningún acuerdo, pero no reconocen y ensalzan a la ciudad que cobijó a este evento, una Cuenca hermosa, culta y hospitalaria, que dio todo para que siga siendo el destino turístico: UNO, del Ecuador; estos negativos también deben quemarse.
Y, finalmente hablando de quemar, decirles que Dios no es castigador, y, por ende, literalmente: ¡no manda a los quintos infiernos!, antes, por el contrario, da buenos ejemplos de cómo servir al prójimo, como quisiéramos que lo practiquen o sigan practicando nuestras autoridades, lo opuesto, capaz que se han de ir ellos también a los…
¡Que se acaben las quemas y los quemadores, por suerte el diablo está en la cárcel! (O)