El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó un decreto para adoptar medidas urgentes ante una posible recesión global y la agresión económica contra el país.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó el martes 8 de abril un decreto que declara la emergencia económica en el país y otorga al mandatario poderes especiales para adoptar “medidas urgentes y de carácter extraordinario” durante los próximos 60 días.
La decisión surge en el contexto de una crisis económica persistente, con la amenaza de una desaceleración mundial y el impacto de las políticas comerciales de Estados Unidos.
“Considerando que ante la inminente recesión mundial y la agresión multiforme contra Venezuela, con la consecuente afectación de la República, se requiere adoptar y asumir medidas urgentes y de carácter extraordinario”, expresó Maduro en un acto público en Caracas.
Durante su discurso, el mandatario subrayó que las políticas arancelarias y las sanciones impuestas por Estados Unidos están afectando profundamente la economía venezolana, lo que justifica, según él, la implementación del decreto.
La medida llega una semana después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunciara un incremento en los aranceles a las importaciones de casi todos los países del mundo, lo que ha generado un clima de incertidumbre económica internacional.
“No es verdad lo que se dice desde Estados Unidos, que el mundo se ha aprovechado de Estados Unidos. Ahora, Estados Unidos tiene que poner y poner aranceles”, agregó Maduro, refiriéndose a las políticas de su homólogo estadounidense.
Entre las acciones propuestas en el decreto, que será entregado a la Asamblea Nacional para su discusión, destacan la promoción de la sustitución de importaciones, la promoción de la compra de productos nacionales, la atracción de inversión extranjera y la implementación de medidas para combatir la evasión fiscal. Según Maduro, el objetivo es “garantizar el crecimiento” del país y proteger la economía de los embates externos.
Sin embargo, varios economistas venezolanos se han mostrado escépticos sobre la efectividad de estas medidas. La falta de dólares en el sistema financiero y la devaluación constante del bolívar complican la implementación de políticas como la sustitución de importaciones, que requieren de un sistema monetario y una estabilidad económica que hoy Venezuela no posee. Además, algunos recuerdan que en el pasado, cuando Maduro utilizó medidas similares, el país experimentó una de las peores hiperinflaciones de su historia.
El nuevo decreto de emergencia también se produce en un contexto de tensión política y económica con Estados Unidos. Los aranceles impuestos por el gobierno de Trump han afectado las exportaciones venezolanas, especialmente en el sector petrolero, uno de los pilares de la economía nacional.
Además, la administración estadounidense ha implementado sanciones adicionales, como los aranceles del 25% sobre el crudo venezolano y el fin de las licencias para operar en el país de grandes compañías petroleras como Chevron y Repsol.
La situación económica en Venezuela sigue siendo complicada, con una inflación que alcanzó el 36,1% en el primer trimestre de 2025, lo que incrementa la presión sobre las familias y sobre el gobierno, que busca encontrar soluciones rápidas a una crisis que parece no tener fin. La comunidad internacional, en particular Estados Unidos, mantiene una postura firme respecto a las sanciones, lo que sugiere que la disputa entre ambos países continuará afectando la estabilidad económica y política de Venezuela.
Fuente: Ecuavisa