Creemos que luego de alcanzar el pico máximo de la inseguridad en el país, como que comienza a descender, merced, sobremanera, a las acciones de la Fiscalía General del Estado y a la declaración del Estado de Emergencia y Conflicto Armado Interno decretado por el Gobierno de Noboa. Situaciones que han generado una relativa tranquilidad en la población ecuatoriana lo que induce que, poco a poco, se retome las actividades productivas, sin que por ello podamos admitir el acabose de la inseguridad, antes, por el contrario, estamos descubriendo una trama de delincuencia que posiblemente no se sospechaba, hasta el extremo de considerar hoy al Ecuador como el centro de distribución de la droga en América Latina.
La mencionada reactivación económica es incentivada por el Gobierno, sin embargo, no se menciona y peor se da la importancia que se merece: el aporte de las remesas de los migrantes sobre todo desde los EEUUU, particularmente y en nuestro caso de muchos gironences que laboran denodadamente y con mucho sacrificio sobre todo en los EE. UU. para enviar las remesas a su Girón y por ende al Ecuador.
El país recibe importantes cantidades de dinero enviadas desde el extranjero que reciben familiares y que reactivan la economía, incluso es muy probable que alcancemos cerca de los USD 5.000 millones en remesas este año, en comparación con los USD 4.000 millos del año anterior. En el contexto de Girón, es justo resaltar que su economía mejora por la labor sacrificada de los migrantes, motivo por el cual se está paulatinamente incrementado el comercio, se incentiva la construcción y en algo disminuye el desempleo.
Pueblos como Girón, y sobre todo del austro ecuatoriano se mantienen o progresan gracias a los migrantes, por ello que debemos reconocer su labor sacrificada, su dolor al dejar su terruño y familias e incluso de un aporte muy significativo para el desarrollo del cantón. A ellos, los migrantes, debemos expresarles nuestro reconocimiento, aplaudir su esfuerzo y aspirar que ojalá regresen a su patria chica porque conocen que el terruño que los vio nacer no se lo cambia por nada.
