Centro Integral de Atención Social “Casa del Adulto Mayor”
A propósito de la reinauguración del Centro Integral de Atención Social “Casa del Adulto Mayor”, cabe las palabras de ¡por fin!, en efecto luego de tantos años se ve la obra y obviamente su reinauguración ( a propósito hubo otra con de la administración anterior), y decimos el por fin, porque estamos convencidos de que la inauguración conllevará a su uso, aunque con el interrogante de la falta de equipamiento adecuado que creemos que en el camino se irá dando para lograr el objetivo planteado.
Es justo reconocer que la idea para esta obra fue del actual Acalde, que a través del Consejo Cantonal de Salud, con su Secretario Ejecutivo el entonces Director del Hospital de Girón (autor de esta nota), se consiguió de la Ministra de Salud Pública la Dra. Caroline Chang, la entrega de un parte de terreno del Hospital en calidad de comodato para la propuesta “Casa del Anciano”, hecho que provocó la resistencia de un sector importante de trabajadores y empleados de la Casa de Salud, al decir que se estaba menoscabando un espacio que pertenece al Hospital, sin comprender que el Estado es único y que se buscaba optimizar recursos en favor de un sector importante y discriminado cual es la población adulta mayor. Hoy la obra es una realidad y merece el apoyo de la ciudadanía.
Es la hora del accionar del MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social), institución encargada de laborar por los excluidos y en el caso presente por los adultos mayores, pero también es ocasión para que el GAD Municipal a través del Departamento correspondiente, trabaje para aquellos seres que nos han dado tanto a cambio de nada y antes por el contario se encuentran en la mayoría de las veces excluidos hasta de sus propias familias.
Y al respecto de este tema, es necesario dejar en claro las funciones que hoy cumplen estos espacios de protección, de acuerdo a las pautas del mismo MIES ; de que no se tratan de espacios de reposo tipo ancianatos, de que no son espacios tipo hospital de 24 horas, de que no son espacios de recogimiento de abandonados para convertirlo en su vivienda, se trata como lo manifiesta el mismo MIES de lugares en donde nuestros adultos mayores podrán tener reuniones de tipo social , en donde serán beneficiarios de atenciones en rehabilitación , psicológica, médica ambulatoria sobre todo en los aspectos de promoción y prevención de la salud, y atención en otros servicios, y lo que es más importante ser el lugar de encuentro de adultos mayores y el punto de convergencia con sus autoridades y familias para juntos hacer que este grupo social goce de una mejor calidad de vida, acorde con su edad y sus intereses.
Es la oportunidad para sugerir a las autoridades locales de que a través del MIES, se busque la posibilidad de una colaboración y/o asesoramiento con “El espacio de sabiduría para el adulto mayor” que es un lugar en donde miembros de esta población disponen de biblioteca, internet, oportunidades de superación en diferentes campos como la informática, artes, etc. Es un programa piloto para todo el Ecuador y que se inició en Cuenca, el 3 de noviembre de 2013 y que al momento lo dirige la Master Yolanda Arias. Asimismo sería interesante buscar la posibilidad de que la “Universidad del Adulto Mayor”, que funciona en Cuenca, pueda colaborar con nuestra “Casa del Adulto Mayor”, en algunos temas como: intercambio de experiencias, conferencias, estrechamiento de lazos de amistad y sobre todo con el asesoramiento en ciertos programas tipo modular como: cocina y nutrición, turismo, etc., a propósito quien se encuentra liderando este programa es el Dr. Saúl Chalco, distinguido profesional cuencano, dedicado a servir a los adultos mayores.
Finalmente, no olvidemos que es un prejuicio decir que los adultos mayores sufren de aislamiento, lo que sucede es que la sociedad lo aísla, comenzado por el hecho de buscar un “ancianato o casa para viejos”, aquí es oportuno mencionar lo que dice Klever Paredes en “Palabra Mayor” de El Telégrafo: “La familia es el medio natural de las personas mayores para que comuniquen sus sentimientos, experiencias, pensamientos y valores; y es el medio en el que se comparten responsabilidades y emociones. Por lo tanto, se debe respetar el derecho a vivir en familia y en su comunidad”.
Dr. Hugo Lucero Luzuriaga
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