Mientras decenas de migrantes deportados se agolpan en un aeropuerto sofocante en San Pedro Sula, Norma se sienta bajo luces fluorescentes con una taza de café espumado y un pequeño plato de huevos en la mano: todo lo que la esperaba en Honduras.

La madre hondureña de 69 años nunca había imaginado abandonar su país. Pero luego llegaron las amenazas de muerte anónimas contra ella y sus hijos y los hombres armados que se presentaron en su puerta diciendo que iban a matarla, tal como habían matado a uno de sus familiares días antes.

Norma, quien pidió permanecer en el anonimato por su seguridad, gastó los ahorros de toda su vida: 10,000 dólares, en un viaje de ida hacia el norte a finales de octubre con su hija y su nieta.

Migrantes hondureños deportados de Estados Unidos se sientan en un autobús después de llegar al aeropuerto Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula, Honduras, el miércoles 4 de diciembre de 2024.
Migrantes hondureños deportados de Estados Unidos se sientan en un autobús después de llegar al aeropuerto Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula, Honduras, el miércoles 4 de diciembre de 2024.Moises Castillo / AP

Pero luego de que sus solicitudes de asilo en Estados Unidos fueran rechazadas, las subieron a un vuelo para ser deportadas. Ahora se encuentra de vuelta en Honduras, al alcance de la misma pandilla, atrapada en un ciclo de violencia y de dificultades económicas que aquejan a muchos otros deportados como ella.

Fuente: Telemundo

Anterior

Presunto autor de femicidio es procesado por Fiscalía

Siguiente

Luisa González presentó sus propuestas en materia social y participó en feria navideña de emprendimiento

Deja una respuesta

Revise También: