Fotografía de Cuenca de España que guarda similitud con sectores de nuestra Cuenca de Ecuador.

 En realidad, el visionario fundador de Cuenca, por intermedio de su delegado personal, el capitán Gil Ramírez Dávalos, de quien lamentablemente, no existe monumento en lugar público de esta ciudad, resulta ser el Virrey del Perú, Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete.

Él fue nativo de Cuenca, provincia de Castilla, España, de sangre real, cercano al emperador Carlos V. pues en 1556, Andrés Hurtado de Mendoza, mediante la respectiva providencia, instruye al Gobernador de Quito, Gil Ramírez Dávalos, para que “viniese a Tomebamba, la recorriese, y luego de ello, escogiese el mejor sitio, y una vez escogido procediese a fundar la ciudad y que luego se llamó de Cuenca, en homenaje a la ciudad nativa de Hurtado de Mendoza, quien naciera en Cuenca, España, provincia de Castilla”, señalan referencias históricas.

El delegado “cumple al pie de la letra el mandato del Virrey, junto con sus prolijas instrucciones. Escogido el sitio por Gil Ramírez Dávalos y efectuada la fundación en tierras de pan labrar –anota la historia-, de agua perpetua, maderas, minas de piedra y mármol, dibujado su plano, repartidos los solares y constituido su Ayuntamiento, Cuenca tuvo un armonioso nacimiento”. Ramírez Dávalos, como reconocimiento a su labor fundacional, por disposición de Hurtado de Mendoza, recibió el honorífico título de Guarda Mayor de la ciudad de Cuenca, a perpetuidad.

Y la historia continúa y relata que pocas ciudades en el mundo nacieron tan armoniosas como Cuenca, a la que se dejó de hecho con su nombre de Santa Ana de los Ríos. Páginas de la historia

Toma interior de la Catedral de la Inmaculada.

revelan que en la fundación de Cuenca estuvieron con Ramírez Dávalos, personajes como Juan de Salinas y Loyola, Rodrigo Núñez de Bonilla, Andrés Pérez de Luna, Gonzalo de las Peñas, Antón de Sevilla, entre otros españoles, y los caciques Diego y Juan Duma, Luis y Hernando Leopulla, estos dos últimos nativos de la antigua ciudad de Tomebamba.

Núñez  de Bonilla
El capitán Rodrigo Núñez de Bonilla, español, participó en la fundación de Cuenca, con cuyo nombre se identifica una avenida de esta ciudad. “Fue vecino de Quito, Tesorero de la Real Audiencia, dueño de fincas y casas en Tomebamba y encomendero de indios. Él plantó unos molinos de harina (Todos Santos), los cuales fueron los primeros de estas comarcas”. El nombre de este español tiene importancia para Cuenca, en virtud de que, históricamente, es conocido como el primer industrial que tuvo esta ciudad antes de su fundación.

Antecedentes

Siempre recurrimos a la historia para confirmar sucesos relevantes que formaron parte de la fundación de Cuenca, en tierras que fueron patrimonio de la “Gran Nación Cañari”, en principio, y luego de la civilización incásica que avanzó desde el Sur. Conforme con esta línea de procedimiento, en 1534, pocos años después de que Atahualpa arrasara la ciudad de Tomebamba, cuna de su padre Huayna Cápac, pasan por allí las huestes de Sebastián de Benalcázar en persecución de Rumiñahui.

Los cañaris, que guardan secreto rencor, se unen a los aventureros conquistadores y tienden su diestra al español que los asombra y deslumbra. Allí es cuando piensan fundar un asiento de españoles en las comarcas de Paucarbamba.

Andrés Hurtado de Mendoza, monumento ubicado al inicio de la avenida España.

Remigio Crespo Toral, al referirse a la fundación de Cuenca, expresa “que puede, entonces, considerarse este hecho tan sólo una restauración o mejor renacimiento de Tumipamba, sin que por ello deje de considerarse como memorable la acción de Gil Ramírez Dávalos, como los detalles de la distribución de la ciudad hispánica, con escudo de armas y pendón real, repartimiento de solares y tierras entre vecinos españoles y con fueros para los pobladores y naturales, con ejidos propios y ordenanza de comunidad”.

 Similitudes
Hace pocos años, estando en España, pudimos conocer Cuenca, histórica y hermosa ciudad situada en una zona montañosa de la cordillera que lleva el nombre de Serranía Conquense.

Está situada a 956 metros sobre el nivel del mar. Es capital provincial y presenta dos zonas bien definidas en su geografía urbana: la alta en la que sobresalen “las casas colgadas”, muy parecidas a las que vemos en El Barranco del Tomebamba; y la moderna que corresponde a la ciudad nueva con sus áreas industriales, administrativas, bancarias y culturales. Esta ciudad también es Patrimonio Cultural de la Humanidad por decisión de la UNESCO, desde diciembre de 1966. Calles, avenidas, plazas, parques e iglesias, se identifican con nombres que son conocidos en nuestra ciudad, como por ejemplo: Calle Larga, Hurtado de Mendoza, Fray Luis de León (monumento), Santo Domingo, San Juan, Santa Ana (iglesia, calle y parque), San Francisco, Santo Domingo y La Alameda (hospital). Sólo dos ríos con poco caudal atraviesan la ciudad: Júcar y Huécar.

 Relevante posición
Al cabo de 459 años de fundación, Cuenca, la tercera ciudad del país, aparte de su acelerado desarrollo físico, económico e industrial, por iniciativa de sus propios hijos, se destaca por su jerarquía académica, cultural, artística y literaria. Sus universidades, institutos, colegios y escuelas le han posibilitado alcanzar honrosas distinciones.

En la actualidad Cuenca es reconocida como ciudad universitaria debido al desarrollo de las ciencias y las artes. Es Patrimonio Cultural de la Humanidad desde diciembre de 1999 y es también destino turístico por excelencia. Además, en los últimos años, centenares de extranjeros han encontrado en esta ciudad un lugar predilecto para vivir. (F)

Fuente: El Tiempo 

Anterior

Al fin llegó el momento

Siguiente

Nuevo auto tanque de bomberos está operativo

Revise También: