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Eran las dos de la mañana del jueves (26 de mayo) de corpus, por petición del padre Víctor Cabrera, personal de bomberos y cruz roja se instalan en el puente sobre el río Chorro para estar atentos a alguna emergencia que pudiere presentarse con algún devoto al darse el “baño de sanación” en las aguas del río Chorro.
Hay mucho viento y frío, la luna deja escapar su luminosidad y se proyecta en el pozo que días atrás fue habilitado con maquinaria del municipio para brindar facilidad a los bañistas. Con la fe puesta en aliviar sus molestias que desde hace un año atrás padece, llega Roberto Molina desde Cuenca.
Solos, en parejas o grupos llegan entre las dos y seis de la mañana personas procedentes de varios lugares, con un único objetivo, el bañarse, o al menos tocar las aguas, que según su creencia, son milagrosas en esta fecha, porque dicen, brotan bendecidas por el ”Señor de las aguas o Señor de Girón”
