El debate presidencial
En el periodo que adolezco de esta sordera aislante, he puesto de lado a la televisión; pues, me resulta muy forzado escuchar sus contenidos; sin embargo, la noche del 19 de enero pedí disculpas a mi esposa, subí el volumen y me instalé cerca del televisor para escuchar el “debate presidencial obligatorio” de los candidatos a la presidencia de la república. No me resultó nada novedoso ni informativo.
En términos generales los panelistas exponían las deficiencias del Ecuador y sus políticas de estado cual si ellos (los candidatos) los hubiesen descubierto e identificado y como si no fuera de público y total dominio: la inseguridad, el narcotráfico, el lavado de activos, la corrupción rampante, la educación deficitaria, la insalubridad y la carencia de obra social. En cuanto a las necesarias soluciones, sólo ofertas superfluas, “palabras, palabras, palabras, tan solo palabras…”
Las dos damas González fueron lo mejor del conjunto de candidatos y eso, mas bien por su belleza y su sencillez. Hubo, pues, un surtido de trajes y vestimentas: unos candidatos lucían en su solapa el tricolor nacional como si eso les fuera a hacer mas nacionales. No faltó el poncho y también un remedo de uniforme de general (lo uno para explotar el fundamento indigenista y, lo otro para parecer enérgico y granjearse las simpatías de los miembros de las fuerzas armadas comprometiendo su “palabra de general en el cumplimiento de su mortal plan de gobierno, enviando a unos a la cárcel y a otros al cementerio”).
Quizá no debe haber sido así pero parecería que los candidatos planearon con anticipación el compromiso de no repreguntarse nada importante. Unos sin corbata, otros con corbata roja al estilo Trump unos, hechos los bravísimos y otros unas mansas ovejas.
Si la intención de los organizadores del obligatorio debate era lograr que los indecisos clarifiquen sus posiciones y definan su voto, lamentablemente solo ha servido para confundirlos mas y dejarles claro, que ninguno se distingue a no ser en la indumentaria.
Por: Dr. Milton Calle Vallejo