La vía está bloqueada por una fila de autos. Cientos de personas caminan por los estrechos corredores que dejan los carros. Así llegan a la entrada de un complejo privado que funciona en Quevedo-Los Ríos. Unos están solos. Otros aparecen con sus parejas. También hay familias enteras.

Todos esperan antes de ingresar. Adentro hay más gente. Dicen que ahí funciona una plataforma financiera y que llegaron para invertir su dinero, porque los intereses que les pagan son “altos y buenos”.

Esa empresa se volvió popular en Quevedo desde mayo. Poco a poco se regó la información de que a los depositantes les pagaban semanalmente el 90% de interés sobre el capital.

Las personas se aglomeran en el ingreso a un club deportivo a donde se trasladó la plataforma que ofrece intereses por altas sumas de dinero en Quevedo. Foto: EL COMERCIO
Las personas se aglomeran en el ingreso a un club deportivo a donde se trasladó la plataforma que ofrece intereses por altas sumas de dinero en Quevedo. Foto: EL COMERCIO

En restaurantesbancos almacenes de ropa, los vecinos comentan lo “redondo que es este negocio”. En barrios como Venus, los pobladores cuentan que 15 familias se compraron vehículos nuevos tras invertir.

En este popular sector de la ciudad arrancó esta actividad.

Hasta el 23 de junio del 2021, en una estrecha avenida se divisaban grupos de hasta 400 personas. En una pequeña casa funcionaba la oficina central. Ante la afluencia de usuarios se cambiaron al complejo privado, en donde están ahora.

Los ciudadanos con altas sumas de dinero han llegado con vehículos y acompañados para entregar el dinero que, se ha conocido, en algunos casos ha llegado hasta los USD 50 000. Foto: EL COMERCIO
Los ciudadanos con altas sumas de dinero han llegado con vehículos y acompañados para entregar el dinero que, se ha conocido, en algunos casos ha llegado hasta los USD 50 000. Foto: EL COMERCIO

Este Diario llegó el lunes 28 de junio del 2021 a ese sitio. Mujeres, jóvenes y hasta adultos mayores hacían filas con fajos de dinero que guardaban en pequeños bolsos, carteras, canguros y mochilas.

“Voy a dejar USD 5 000. Hace 15 días, mi primo depositó USD 3 000 y en una semana esa plata se duplicó”, comenta un hombre que estaba en uno de los últimos puestos.

Una mujer, que se cubría del intenso sol con una carpeta plástica, esperaba a su yerno que ingresó a las instalaciones para cobrar los intereses de USD 20 000 que juntaron entre cinco personas. “Él es militar y unos amigos le avisaron de esto. Esperemos que no se caiga como ocurrió con el notario Cabrera de Machala”.

Las personas llegan en motos y autos. En los exteriores del lugar esperan a ser atendidos. Incluso, duermen en los exteriores para esperar turnos y entregar el dinero. Foto: EL COMERCIO
Las personas llegan en motos y autos. En los exteriores del lugar esperan a ser atendidos. Incluso, duermen en los exteriores para esperar turnos y entregar el dinero. Foto: EL COMERCIO

En las puertas principales del complejo deportivo se vio ayer a militares policías uniformados, a la espera de ingresar como usuarios. Un hombre que trabaja para la plataforma pide que los uniformados se coloquen en otro sitio distinto destinado para los civiles.

La Comandancia de Policía de Los Ríos dice no tener conocimiento de que miembros de la institución estén dentro de este esquema y que en las formaciones diarias han informado al personal que estas plataformas son ilegales.

Los oficiales han pedido a la Fiscalía colaboración para investigar, pero aseguran que en los últimos días les notificaron que un agente de Quevedo no autorizó la indagación.

El fiscal provincial de Los Ríos, Luís Pesántez, asegura desconocer de esta negativa y señala que el caso es manejado por las oficinas de Quito.

La entidad abrió una investigación por un presunto delito de captación ilegal de dinero.

Con el paso de las horas, al complejo deportivo llega más gente. “Usted puede ingresar con USD 1 000, 5 000, 10 000, no hay límites. Hay gente que ha metido hasta USD 50 000”, indica un hombre que sale de las oficinas y habla con las personas que llegan de distintas provincias del país.

Arriban de AzuayGuayasPichincha, Cotopaxi y Tungurahua. Aparecen con chalinas y cartones para pasar la noche en caso de que sean atendidos al siguiente día. Dicen que “todo esfuerzo vale la pena por ganar un poco más de dinero”.

La gente sabe que desde la noche del domingo ya había filas para poder entrar ayer, 28 de junio. La atención al público comienza a las 06:00 y termina a las 16:00.

Cerca de 15 hombres organizan a los asistentes. Una vez adentro entregan el dinero y reciben un papel con sus datos y la fecha que deben regresar a cobrar. Afuera hay negocios de comida y pequeñas tiendas que ofrecen aguas y colas. Otros abrieron parqueaderos.

Nadie puede tomar fotos o hacer videos. El pasado viernes, la persona que está al frente de todo apareció en un medio local y señaló que el dinero que recibe es invertido en negocios relacionados con la maderavíveres de consumo masivolínea blanca y otros.

La Superintendencia de Bancos emitió una alerta la noche del domingo 27 de junio.

En un comunicado señala que las inversiones que se realizan en Quevedo no son autorizadas por la institución.

Este organismo de control advierte que una estafa piramidal se reconoce por las ganancias rápidas, porque los ingresos dependen de la captación de nuevos miembros y por sus esquemas secretos.

Fuente: El Comercio

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