Cada actualización de los resultados que mostraban la página web del Consejo Nacional Electoral (CNE) era una puñalada en la sede de la Revolución Ciudadana, en el centro norte de Quito. Los simpatizantes perdían la esperanza de que su candidata, Luisa González, retome el poder para los correístas.

Más bien la ventaja se ampliaba con cada actualización, de un escrutinio que en menos de tres horas superó el 85% de los votos, arrojando un resultado que mostraba un holgado triunfo de Daniel Noboa.

Alrededor de las 20:00 la candidata Luisa González llegó hasta esa sede y aseguró que “no reconocemos los resultados”. “Vamos a pedir el reconteo de votos y que se abran las urnas”, 

Al grito de “Fraude, fraude…”, González repitió “en nombre del pueblo al que representamos nosotros no reconocemos los resultados presentados por el CNE”. “Me niego a creer que exista un pueblo que prefiera la violencia y la mentira”.

Luego habló en contra del presidente Daniel Noboa, aunque sin nombrarlo: “Hemos presenciado el abuso del poder (…) nunca pidió licencia, usó al CNE y al TCE a su antojo (…) y luego los estados de excepción, para probablemente garantizar el más grotesco fraude electoral”

Con los ánimos de los seguidores encendidos insistió “cerca de 11 encuestas nos daban la victoria, así como un exit poll (…) ningún estudio dio una diferencia como la que mostró el CNE”

Luego de eso, redobló su apuesta y aseguró “Ecuador está viviendo una dictadura y estamos viviendo el peor y más grotesco fraude de la historia de Ecuador”.

Simpatizantes se resignaron pronto

Simpatizantes de Luisa González en la sede de Revolución Ciudadana, en Quito, el 13 de abril de 2025.Jonathan Machado, PRIMICIAS

“Perdemos en Cotopaxi, en Tungurahua y en toda la Sierra”, dice una mujer que revisa su celular mientras come una humita y una empanada de morocho con café. Un menú que sirvió calmar el hambre de quienes llegaron desde el mediodía. 

A pocos metros de ahí, en una carpa con sillas semivacías, otros seguidores del correísmo miran una pantalla en la que periodistas aliados con este movimiento político hablan de “incosistencias y dudas”. Con rostro fruncido y miradas perdidas, los correístas asienten.

Pasadas las 19:00, las primeras figuras fuertes de la Revolución Ciudadana aparecen en la sede: Paola Pabón; prefecta de Pichincha; Pabel Muñoz, alcalde de Quito; y el candidato a la Vicepresidencia, Diego Borja. Eso sí, en absoluto silencio.

Los pocos seguidores que permanecían sobre la calle Reina Victoria no cantan ni bailan. Más bien aplaudían tímidamente. Pese a que los animadores piden que nadie abandone el lugar, algunas personas se retiran.

Lo que quedó al final se resume así: gente triste, haciendo fila para comer, porque se sabe que las penas con pan son menos.
Fuente: Primicias

Anterior

Riesgo país de Ecuador llega a su punto más alto en 15 meses, antes de la segunda vuelta electoral

Siguiente

Con tendencia irreversible, Consejo Nacional Electoral reconoce a Daniel Noboa como presidente de Ecuador

Deja una respuesta

Revise También: