En el diario catalán La Vanguardia se publicó en el 2020 una definición del célebre tiqui-taca. Se decía que era una “concepción del fútbol moderno, ofensivo, alegre, en busca del espectáculo’’, y que “la patentó Johan Cruyff al hacerse cargo del banquillo del FC Barcelona (1988-1996). El técnico holandés sembró la semilla de un estilo que con el tiempo, evolucionado por Frank Rijkaard y Pep Guardiola, sería conocido como el tiqui-taca”.
Se agrega que “la identificación entre tiqui-taca y el Barça se hace inevitable” y que según Cruyff “los jugadores más dotados técnicamente son los ideales para el fútbol de toque. Solo hay un balón y quien lo tiene decide”.
Pero además ese juego vistoso y ganador de múltiples títulos que Lionel Messi, Andrés Iniesta y Xavi elevaron a niveles de arte en el Barcelona también es asociado con la selección de España. Cuando esta disolvió su improductivo matrimonio con la Furia y prefirió el fútbol tocador se adueñó con brillantez dos veces de la Eurocopa (2008 y 2012) y de un Mundial (Sudáfrica 2010).
Ahora, desde la tierra que vio nacer el tiqui-taca, se afirma que hay un nuevo equipo vinculado con ese estilo: el ecuatoriano Independiente del Valle, flamante campeón de la Copa Sudamericana.
Como la mejor España
Se asegura que la propuesta de la escuadra que dirige el argentino Martín Anselmi hace posible comparaciones con el combinado español que acaparó trofeos y elogios conducido por Luis Aragonés (2008) y luego por Vicente del Bosque (2010 y 2012).
El diario deportivo AS, de Madrid, con el encabezado de ‘El tiqui-taca revolucionario en Sudamérica que recuerda a la mejor España’ destaca que “en un momento en el que Brasil domina el fútbol en Sudamérica, Independiente del Valle consiguió romper el monopolio para llevarse su segunda Copa Sudamericana de su historia”.
Podría decirse, con base en la aseveración de AS, que los del Valle van a contracorriente de la tendencia preferida (y exigida) por una amplia porción del periodismo deportivo de Ecuador. En el país se ensalza a los DT que se inclinan por la cautela excesiva, se pide alinear la mayor cantidad posible de volantes de obstrucción, se reprocha hasta el más tímido intento por jugar con osadía, se sugiere que lo ideal es poner cinco hombres en el fondo, y cualquier técnico que se salga de ese molde timorato es llamado “suicida”.
El tiqui-taca andino
El formidable elogio a la tendencia escogida por el conjunto pichinchano para enfrentar al Sao Paulo sigue en el periódico AS: “Independiente coronó su temporada con uno de los trofeos más importantes y lo logró con una forma de jugar trabajada y ensayada durante meses. El tiqui-taca estuvo presente en Mario Alberto Kempes, de Córdoba”.
Y de nuevo las comparaciones, que no son odiosas: “El conjunto ecuatoriano sometió a su rival con una forma de jugar muy similar a la que practicó España hace ya catorce años con la conquista de la Eurocopa (de Austria y Suiza). El técnico Martín Anselmi insistió a sus jugadores en mantener su estilo sin importar el rival que tuvieran delante”.
Se resalta en la nota que “Ecuador estuvo de celebración en noche del sábado. Dos goles fueron suficientes para dejar a su rival sin opciones, ambos llegaron al comienzo de cada parte para trastocar cualquier plan previsto por el técnico rival”. (D)
Fuente: El Universo
