Una de las viejas tradiciones de carnaval en el país, ha sido las fiestas de los jueves de compadres y comadres, que según María Leonor Aguilar, catedrática de la Universidad de Cuenca, se practica más en la ciudad que en el campo. El jueves anterior al carnaval es el jueves de comadres y una semana antes, el de compadres.

Muchas personas que no tenían más hijos, aprovechaban el jueves de carnaval para hacerle compadre o comadre de carnaval a su vecino o amigo y se generaban entre ellos profundos lazos que casi equivalían al parentesco, como si fuera un compadrazgo real, considerado antes, cuando la iglesia tenía fuerte influencia, un lazo casi equivalente al sanguíneo.

¿Cómo se conseguía un compadre o comadre? Se lo visitaba y entregaba una bandeja, llamada cama, con una guagua de pastillaje o azúcar y se incluía serpentinas, maicenas, agua florida, elementos indispensables para el juego. “Y allí, el momento que mi vecino o amigo me aceptó está iniciado un sentimiento de reciprocidad, con la misma fuerza del compadrazgo religioso”, sostiene Aguilar. Al mismo tiempo esta persona quedaba invitada a departir el carnaval en su casa.

Es una costumbre traída por los españoles y que se practica en algunos países americanos, además de la misma España, como la zona andina de Argentina, provincia de Jujuy, donde no faltan las coplas, los disfraces, la comida abundante, fiesta y juego con el polvo. (AVB)

Fuente: El Mercurio

 

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