En la mayoría de países de América, el mes de junio es dedicado al padre, y aunque hoy estemos ante la presencia de un número cada vez mayor de familias disfuncionales con la ausencia del tradicional papá, creemos que es importante al finalizar este mes, darles el espacio correspondiente a padres que la sociedad no los visibiliza, pero que, son seres humanos-padres que también sufren y dan la vida por los suyos, o estos esperan a aquellos; a saber:
Padres que pululan en plazas y mercados en busca de trabajo y por ende de sustento para su familia, a veces con la tristeza dibujada en su rostro ante la negativa de una sociedad egoísta, discriminadora y cruel. Padres que son únicamente escuchados, al encontrarse ausentes por la migración. Padres que siguen aguardando justicia, en las “celdas de inocentes”, pagando los desaciertos de una sociedad corrupta y corrompida. Padres que reclaman justicia al conocer los abusos sexuales a sus hijas e hijos, por parte de depravados de sotanas. Padres que defienden hasta con sus vidas su tierra, que los vio nacer y crecer, acechada por la irresponsable minería. Padres que fallecen ante la carencia de atención médica, por culpa de un gobierno, la pobreza y hasta de la ignorancia. Padres jubilados, que luego de haber cumplido con la sociedad son relegados por un sistema injusto y discriminador. Padres que han sido negados de vivir en su familia, para ser asilados en centros de acogida, espacios muy cercanos a la muerte. Hijos que siguen esperando la llegada de un padre fallecido en la frontera norte en el cumplimiento del deber para con su familia y con su patria
Es la hora de la reflexión, y de comprender que los padres seguirán siendo tales hasta la muerte y como es obvio, se merecen acaso todos los días, el mejor regalo: un abrazo fuerte y apretón de manos decidor del gracias a ti y al creador, o acaso, seguimos lamentándonos lo que no se hizo…… y él se fue, el padre.
Hugo Lucero Luzuriaga
hlucerol@hotmail.com
