El uso de calzado deportivo ha disminuido notablemente el trabajo de los betuneros o limpiabotas, un oficio que décadas atrás tenía mucha mayor presencia en todos los pueblos y, que en en la actualidad en ciertas localidades prácticamente ya no existe. Carlos Villa, quien sufrió en accidente cuando niño, perdió tres dedos y lleva 40 años dedicado a esta actividad que le permite subsistir.

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