El Día Internacional de la Mujer en Ecuador lo protagonizó un escándalo que se viralizó en las redes sociales como ‘Lady Tantra’.

Este hashtag creado en Twitter fue tendencia durante tres días. Opacó la conmemoración del 8 de marzo, la marcha para recordar esa fecha y la ebullición política por la elección presidencial.

En pocas horas, todo el país, vía Whatsapp, Facebook, Twitter e Instagram conoció la historia de la supuesta esposa infiel que salía del motel, con quien fue señalado como su amante, por el presunto esposo ofendido que mostró el caso en un vídeo hecho por él.

Fue el más visto en Ecuador, ese día, y continúa siendo reproducido, cientos de veces.

El popular caso de la exjueza, que bebió unas copas de más sin pagar la cuenta en un restaurante, no alcanzó iguales dimensiones. Ambos hechos desembocaron en lo mismo: un linchamiento digital que para los especialistas refleja lo que somos como sociedad.

Un conflicto de pareja fue sometido al escarnio público. Generó polémicas reacciones: “¿pobrecita de qué?… ella se lo buscó, es una mujer adulta y sin remordimientos”. Usaron el epíteto de cornudo. Otros, en cambio, fueron críticos: “la doble moral de una sociedad que celebraba a la mujer y ahora destruye a una de ellas por un tema íntimo, personal”.

Se rompieron los límites entre lo íntimo y lo público, el respeto a la privacidad, honestidad, tolerancia y otros valores.

Los contenidos virtuales no están regulados por la ley, pero este ataque propició el cometimiento de presuntos delitos como linchamiento mediático, injuria y violencia psicológica.

El problema no son las redes sociales, sino la forma cómo se las maneja, la falta de valores y de sensibilidad cuando detrás de una pantalla se castiga a los demás.

EXPRESO les presenta una lectura de estos hechos desde el punto de vista de los especialistas.

Sonia Yánez Blum / Máster en periodismo digital

Y vendrán cosas peores…

Sonia Yánez, quien es Social Media Manager y catedrática de pregrado y posgrado en las universidades Católica y Espíritu Santo de Guayaquil, dice a EXPRESO que el linchamiento digital no es un problema de las redes sociales, sino de la condición humana. “La infidelidad no es nada nuevo en Ecuador ni algo por qué escandalizarse. Por las redes la gente se siente juez y parte, se siente con derecho a atacar o criticar a otro solo porque lo ve. Es un tema de valores y de nuestro manejo en redes”. Es decir, debemos discernir si nuestros contenidos nos aportan algo a nosotros mismos y a los demás o son dañinos.

Cree que vendrán cosas peores y esto va a parar cuando el linchamiento de toda una sociedad ante alguien termine en suicidio, como ha pasado en otros países.

Juan José hidalgo /Abogado y criminólogo

El adulterio no es un delito

Juan José Hidalgo, quien es el creador y vocero de la campaña ciudadana Liga de Valores, explica a este Diario que el fenómeno de la viralización de ‘Lady Tantra’ implica los presuntos delitos de linchamiento mediático, difamación, injuria, daño moral y delito contra la actividad de la familia porque hubo violencia psicológica.

“Lo que intentan este tipo de individuos es obtener un castigo social frente a la implicación que la infidelidad podría generar a través de un órgano judicial. Es como querer acortar el camino de la justicia. La mujer se siente difamada, atacada, aplastada y es una forma de violencia al final del día”. Si se comprueba el hecho, ella habría cometido adulterio, lo cual es causal de divorcio, no un delito.

Germánico Zambrano / Psiquiatra y sexólogo

Necesita terapia para superarlo

En este caso de presunta infidelidad de una esposa, hecho público de una forma sin precedentes en el país, el impacto es muy fuerte, tanto para la familia, la persona que está siendo engañada y para quien comete la infidelidad, explica a este Diario el doctor Germánico Zambrano.

A la culpa y la vergüenza de quien es infiel se suma el ser descubierto de esta forma, lo cual traerá “ondas repercusiones y va a depender mucho de la personalidad y el contexto de las circunstancias familiares, ambientales y sociales que puedan llevar hasta el suicidio”. Para evitarlo, recomienda que quien fue objeto del linchamiento digital acuda a terapia psicológica o psiquiátrica, si necesita medicación.

Bruno Sánchez / Experto en seguridad informática

No es fácil saber quién lo viralizó

Rastrear para descubrir quién hizo viral el vídeo de la supuesta infidelidad es posible, pero bajo una orden judicial, explica a EXPRESO Bruno Sánchez, subgerente DRE de GMS Seguridad de la Información. Cada dispositivo (celular, computadora, etc.) tiene un número de identificación llamado Imei y un número de conexión a Internet que utiliza la dirección IP. Ambos generan una identificación única. Para conocer quién empezó a compartir el vídeo se necesita información del proveedor de Internet, que a través de la antena hace la georreferenciación de la ubicación del dispositivo; y del dueño de la aplicación a través de la cual se viralizó el vídeo (redes sociales y Whatsapp). El último trámite incluye una solicitud legal a EE. UU. y toma tiempo.

Gaitán Villavicencio/ Sociólogo

Dejarlo en redes es una venganza

“Lo que pasó con ‘Lady Tantra’ fue una muestra de cómo estamos y cómo somos, de nuestro gran déficit de cultura, de valores sociales, de normas éticas. Entre políticos también se linchan, se distorsionan opiniones”, señala a EXPRESO el sociólogo Gaitán Villavicencio.

Según su análisis, en el país todo lo queremos hacer a las bravas, no hay respeto ni normas claras de convivencia. En Europa y EE. UU., en cambio, el bullying y linchamiento virtual son sancionados con mano dura; aquí no.

“Mi venganza es dejarlo en las redes, mi escudo el anonimato. Se ponen elementos falsos, verdades a medias o ‘mentiras verdades’: una mentira que se repite tantas veces se convierte en verdad”.

Fuente: Expreso

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