El uso de caballos y otros animales en diferentes eventos y celebraciones de Girón, se viene dando desde tiempos indeterminados, y forman parte de nuestra tradición y cultura muy bien vistas por propios y extraños.
Sin embrago es necesario erradicar la mala costumbre de que, luego de la celebración las calles de la ciudad queden sucias, caso reciente; tras las coloridas y alegres pasadas del niño, un aspecto negativo se observó y, en el aire se aspiró el desagradable olor del excremento de caballo, incluso, en veredas y portales.
A cambiar estas malas costumbres que tenemos como ciudadanos, aprendamos de otras ciudades a nivel mundial, donde también usan caballos pero no dejan huellas desagradables de su paso y, a las autoridades normar el uso de los espacios públicos.
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