El objetivo es que las obras viales se realicen el próximo año en la provincia del Azuay.
Son cuatro estudios que prevé la zona 6 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas contar a finales del 2019 para materializarlos el próximo año en la provincia del Azuay: la nueva vía de acceso a Cuenca por el sur, los cuatro intercambiadores en la autopista Cuenca-Azogues, la ciclo vía que se extendería entre Cuenca, Azogues y Biblián, y la vía de cuatro carriles que uniría Cuenca con Gualaceo.
Y aunque los estudios son necesarios, ¿cuándo podrían pasar de ello a ser una obra física? Para José Jaramillo, subsecretario zonal 6 del Ministerio de Obras Públicas, en el caso del acceso sur, que según el estudio la calzada se emplazaría desde el redondel de Cumbe y se extendería por Tarqui hasta llegar a la entrada de la ciudad, se podría buscar un modelo societario con el sector privado, ya que el costo de la construcción de la vía, en un informe preliminar, sería de 180 millones de dólares.
Mientras que para los intercambiadores, que serán siete (cuatro en Cuenca y tres en Azogues) el Ministerio de Transporte y Obras Públicas está gestionando un crédito en el Banco de Desarrollo de América Latina, conocido como CAF. Para esta obra se requieren entre 100 y 110 millones de dólares.
KM 86
Un estudio que no podría llevarse a cabo este año sería del macro deslizamiento ocurrido en uno de los cerros de la zona de Uchucay, el mismo que ha afectado el kilómetro 86 de la vía Cuenca-Girón-Pasaje, ya que el presupuesto, según Jaramillo, es limitante, no obstante, aseguró que se buscará la manera para que estos se realicen.
Por lo pronto, se ha identificado lo que podría haber provocado el desprendimiento de material pétreo del cerro, el mismo que ha terminado sobre la calzada de la vía principal que une el Azuay con El Oro: la filtración de agua de fosas sépticas. Sin embargo, solo el estudio, que no se conoce su costo, podría ayudar a dar una solución.
Por otro lado, otra opción para contar con los estudios sería declarar al problema como emergencia, pero no es posible, debido a que se deben cumplir ciertos parámetros legales. Mientras tanto, las únicas opciones que tiene el ministerio es monitorear la zona y contar con la presencia de maquinaria para recoger el material pétreo y evitar que se cierre el paso vehicular.
De no realizarse en el 2019, la contratación de una consultoría quedaría para el próximo año, en el cual se podrá conocer qué deben hacer los técnicos ante el problema, que desde febrero, ha generado contratiempos a los azuayos. (AWM)-(I)
Fuente: El Mercurio