Controles en las calles, mensajes de prevención en redes sociales y hasta una voz robótica en el tranvía que dice “evite sanciones, use mascarilla”, todo apunta al uso del cubrebocas como elemento principal en el combate a la pandemia.
“Hay tres reglas claves para evitar contagiarse de COVID: lavado de manos, distanciamiento social y usar la mascarilla”.
Así describe el intensivista Manolo Maestre el cuidado ante la pandemia, pero este último elemento, el uso de mascarilla, requiere ciertas normas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace recomendaciones para el uso de este elemento, ya sean de tela o médicas, ya que las 2 pueden ser usadas.
Esto siempre y cuando se respete el distanciamiento social y el material cumpla con impedir la filtración del virus.
Mascarillas de tela
Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), el solo uso de mascarillas de tela tiene un valor limitado.
Aunque, acompañado de un frecuente lavado de manos y distanciamiento social ese valor sube de forma significativa.
La mascarilla de tela recomendada es la confeccionada por 3 capas de telas, en especial si son de 3 fibras distintas indicó la investigadora de la OPS, Valeska Stempliuk.
La OMS indica que hay que cambiar la mascarilla si se humedece o está visiblemente sucia, se debe retirar sin tocarla por el frente, y después de quitársela no se debe tocar los ojos o la boca.
Si la mascarilla se humedece o ensucia esta debe ser cambiada de inmediato y guardada en una bolsa con cierre hasta que se la pueda lavar y limpiar.
Una vez guardada es indispensable lavarse o desinfectarse las manos.
Las mascarillas lavables tienen que desinfectarse frecuentemente y manipularse con cuidado para que no contaminen otros artículos.
El lavado se debe hacer en agua caliente con jabón o detergente para ropa.
Mascarilla quirúrgica
Si bien la mascarilla quirúrgica está pensada para el uso de médicos y personal de salud dado que ofrece mayor protección ante el virus que una de tela, las dos pueden utilizarse por la población en general.
Para colocársela se debe garantizar que esta cubra la boca y la nariz, se ajuste al puente de la nariz y quede bien sujeta para disminuir cualquier posible hueco entre el rostro y la mascarilla.
No se debe tocar la mascarilla mientras se la lleva puesta y para quitársela no hay que tomarla por el frente.
Las mascarillas quirúrgicas no deben reutilizarse, y cuando están desgastadas o sucias es indispensable desecharlas de inmediato. Tampoco se deben reciclar para otro tipo de usos.
Cuándo usarlas
El uso de mascarilla es obligatorio siempre y cuando no se pueda mantener una distancia de seguridad de entre 1,5 y 2 metros.
Por esto debe usarse en todos los lugares públicos su uso es obligatorio, incluyendo el transporte.
La ordenanza para el uso de la mascarilla en Cuenca indica que la multa por no usar este tipo de elemento es de 100 dólares, aplicable por la Guardia Ciudadana o cualquier autoridad competente.
Su uso no es obligatorio dentro de la vivienda ya que según la OMS son escasos los datos científicos en favor del uso de mascarilla médica por las personas sanas en su propia casa.
En el vehículo deben usarla todos los ocupantes, incluido el conductor, cuando las personas que van en el carro no convivan en el mismo domicilio.
No es necesaria si se viaja solo, o se viaja acompañado con personas que viven en la misma casa.
En la moto es necesaria para el conductor y el acompañante, a menos que lleven un casco integral, es decir que cubra cabeza, nariz y boca.
En las áreas de trabajo en espacios cerrados el uso de la mascarilla es obligatorio, siempre que no se pueda mantener la distancia de entre 1,5 y 2 metros.
El uso de mascarilla de forma prolongada, en espacios donde no es necesaria, puede generar dolor de cabeza o dificultades para respirar según el tipo de mascarilla usada, lesiones cutáneas de la cara, dermatitis o empeoramiento del acné.
En Cuenca se registran 2.261 casos de COVID-19 hasta ayer, y de acuerdo con Julio Molina, coordinador zonal 6 de Salud, el uso de la mascarilla es esencial para combatir el avance la pandemia. (JMM) (I)
Fuente: El Mercurio
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