Mensajes no verbales de Daniel Noboa y Luisa González marcaron el debate de segunda vuelta
Daniel Noboa y Luisa González participaron en el debate presidencial este domingo, 23 de marzo de 2025, rumbo a la segunda vuelta del 13 de abril. ¿Cuáles fueron los mensajes no verbales?
El encuentro contempló cinco ejes temáticos, marcados por la confrontación de los dos postulantes a la Presidencia de Ecuador.
El debate presidencial entre Daniel Noboa y Luisa González en la segunda vuelta electoral del 2025 se caracterizó, desde un enfoque semiótico, más por la confrontación que por la exposición clara y detallada de propuestas.
El experto en comunicación política, Pablo Velasco, refiere que, en lugar de posicionarse como un espacio de diálogo político, el evento se transformó en un escenario de ataques, indirectas y respuestas calculadas con miras a generar impacto mediático más que contenido sustancial.
Desde los signos verbales y no verbales, Velasco apunta que se hizo evidente que los recursos del lenguaje corporal, el tono y la expresión emocional fueron determinantes para construir las imágenes públicas.
¿Señales de fuerza o de confrontación?
Luisa González, por ejemplo, optó por un discurso enérgico. Predominaron gestos como enfatizar con la mano o tocarse el pecho. El experto remarca que su tono fuerte, por un lado, proyectó firmeza. Pero, por otro, se pudo percibirse como confrontativa en exceso.
En cambio, Daniel Noboa proyectó una imagen más relajada y contenida. En varias ocasiones, se lo vio sonreír, incluso en instantes tensos. Esto puede interpretarse como una estrategia para transmitir seguridad o superioridad.
Aunque, añade el analista, para ciertos públicos pudo parecer condescendiente o burlón. Un ejemplo: cuando ofreció “una beca” a su contrincante para estudiar Economía.
Eso no solo buscó desestimar la preparación de González, sino que, desde un enfoque mediático, pareció una estrategia diseñada para viralizarse en redes sociales como meme o contenido de fácil difusión.
Los mensajes con la imagen de Noboa y González
En términos de imagen, ambos usaron la vestimenta como otro signo de comunicación. Luisa González uso prendas más formales. Esto reforzó la intención de transmitir seriedad y compromiso.
Daniel Noboa, por su parte, asistió al debate sin corbata. Esto pudo leerse como un intento de mostrarse cercano, moderno o menos institucional.
Este contraste reafirmó los roles que cada uno asumió durante el debate: González como la figura fuerte y estructurada. Noboa como el candidato más informal, posiblemente, dice el catedrático, enfocado en captar a los votantes jóvenes o indecisos.
La tensión y el lenguaje no verbal
El debate presidencial empezó a las 20:00 y se extendió por dos horas, con 20 minutos destinados para cada eje temático: Educación, Salud y seguridad social, Criminalidad seguridad, Economía y empleo y Gobernabilidad.
En ese tiempo, la tensión también se expresó de forma sutil. Luisa González conservaba una mirada firme y un lenguaje corporal dominante.
Por su parte, Daniel Noboa optaba por gestos como fruncir los labios al escuchar a su contrincante, signo de contención emocional y análisis interno, como quien decide no reaccionar de forma inmediata.
Pablo Velasco explica que los gestos del actual Presidente podrían indicar un intento consciente de autocontrol frente a un escenario propenso al conflicto.
“El debate se convirtió en un espectáculo de confrontación simbólica, más centrado en quién atacaba mejor que en quién proponía con mayor claridad. Desde la semiótica, lo que se evidenció fue una batalla de signos diseñada para el efecto inmediato y mediático”.
Fuente: El Comercio