Me van a permitir relatar un acontecimiento en primera persona, no suelo hacerlo, pero considero oportuno en esta ocasión contarles lo que me ocurrió.
A las ocho de la mañana del lunes 22 de enero, mientras chequeaba mi vehículo junto a mi vivienda, escuché que al otro lado de la calle, a un señor taxista, mientras estaba sentado dentro de su unidad, se le acercó un ciudadano con acento colombiano, quien le empezó a insultar y amenazar de muerte cuando vaya a Cuenca.
Pensé que sería irresponsable de mi parte, y mucho más en estos tiempos de delincuencia y violencia que afronta nuestro país, no brindar apoyo al coterráneo que aparentemente nervioso escuchaba los atropellos del extranjero. Le dije, que en nuestro pueblo no va a llegar a intimidar a nadie ni sembrar el miedo.
Ante ello continuó el insulto y en forma desprevenida me propinó un golpe en la cara, el cual llegó un poco leve gracias que me hice hacia atrás, e inmediatamente hizo el ademán de meter la mano derecha en la cintura, pensé que sacaría alguna arma.
Pedí que llamaran a la policía mientras el sujeto se retiró y profería insultos, tomó por la calle Garcia Moreno hacia la Antonio Flor y curvó; le seguí a una distancia prudente para evitar alguna nueva agresión, pero cuando llegué a la esquina desapareció y no hubo rastro de él en ningún lado y nadie lo había. Solo, lo busqué por las calles adyacentes, entonces en un chat comunitario denominado Alerta Girón, puse lo acontecido y un grupo de ciudadanos se reunieron para brindar apoyo, muchos de ellos coincidieron en que el sujeto vive en Girón y, tiene amenazadas a muchas personas incluso niños en un restaurante.
Dicen, que el personaje en mención vive en este cantón desde hace algunos meses, y alguien dijo saber en dónde, al grupo de personas se unió la policía y nos dirigimos al lugar donde vive, moradores del lugar dijeron que efectivamente allí es donde pasa, pero no se lo encontró, algunos vecinos aseguraron que también han recibido amenazas y agresiones, pero nada se ha hecho, aseguraron ya hay una denuncia puesta en fiscalía contra la misma persona.
Las autoridades como es normal y obvio, siempre aconsejan que se ponga la denuncia en fiscalía y, así lo hicimos junto al señor taxista. Acudimos, pero la denuncia se le tomó tan solo al conductor por haber recibido amenazas y, con respecto a la agresión que recibí, se me manifestó que no era posible dejar sentada una denuncia, por cuanto el golpe no causó invalidez de 30 días, ni siquiera tres días para ser considerado como una contravención, así manifestó el empleado fiscal que nos atendió.
Se ofreció desde la fiscalía que se investigará el hecho el miércoles cuando el agente de la policía judicial retorne del franco, mientras tanto se solicitó al señor taxista que averigüe el nombre del agresor para poder enviarle una notificación.
Muchos ciudadanos se congregaron para buscar al individuo que según dicen, es temido porque amenaza, agrede y hasta estafa. Dijeron que estarán pendientes, a la espera que este individuo abandone el pueblo, porque aseguran, y esperemos que sea así, no se va a esperar que algo terrible pase para recién reaccionar. Además, se pedirá al dueño de casa la salida del extranjero de la vecindad. Los ciudadanos comentaron que es necesario que los dueños de casas, estén seguros de a qué personas brindan hospedaje.
Este hecho hace pensar que estamos dejando que el miedo generalizado nos domine y un individuo se convierta en el mandamás y atemorice, y tal vez, esté invitando a otros a venir al pueblo a hacer su fuerte y nosotros, tengamos que agachar la cabeza para que no nos hagan daño. Esto lo digo porque muchas personas expresaron que el sujeto está acostumbrado a este accionar.
Si hoy es uno o dos, porque hay otro individuo en la calle Bolívar y Córdoba que también dijeron que continúa amenazado por doquier, mañana puede ser ya una banda o más y, allí la cosa se pondrá difícil.
¿Y qué hacer me pregunto? ¿Tendremos que esperar que a alguien estos personajes indeseables le dejen inválido u hospitalizado por 30 días para poder esperar un accionar de la justicia?.
