En Chancay, un pequeño poblado de Lima-Perú, existe consternación por un inusual hecho. Yumiko Ramírez, madre de tres hijos, destruyó la casa en la que vivía luego de que su exsuegro le pidiera que desalojara la vivienda. “Quería su terreno, pues ahí está”, afirmó la mujer.
Esta historia empieza en el 2003 cuando ella se casó con Ricardo Vega. La pareja decidió construir una casa de tres pisos en el terreno del padre del novio.
Sin embargo, hace cuatro años, se separaron y Vega decidió irse a vivir con otra mujer. No obstante, el exsuegro de Yumiko pidió el desalojo de la casa.
La madre quedó consternada con la decisión del sujeto, puesto que ella y sus hijos habían vivido allí durante casi 20 años. Además, había aportado para la formación de la vivienda.
Tras emitirse una orden legal, Yumiko aceptó irse de la casa, no sin antes destruirla lo máximo posible. Contrató a obreros y a punta de martillazos derrumbó las paredes, durante dos horas.
“Yo le iba a dejar todo abajo”, afirmó la mujer, quien tuvo que parar porque llegaron agentes policiales. “Que paguen ellos, que inviertan, porque a mí me ha costado”, refutó la protagonista de esta historia en declaraciones al canal Panamericana.
Agregó: “Nos desalojan porque a mí me están pidiendo el terreno, pero no la edificación. Quería su terreno, pues ahí está su terreno, la casa no”.
Según cita Todo Noticias, Yumiko defendió su posición, puesto que le costó mucho esfuerzo construir la vivienda.
“Solo pido disculpas a mis hijos por darle de familia a esa gente que no vale la pena, pero seguiré luchando contra todos esos”, señaló la señora, quien ahora vive en casa de su madre.
Por su parte, el exsuegro comentó que él construyó el primer piso de la vivienda y que lo demás lo había hecho su hijo. “Cuando mi hijo Ricardo se comprometió con la señora, que me ha hecho esta destrucción terrorista, yo les di el terreno de buena fe”.
Fuente: Vistazo