Nueva lección para incautos
Así, y clarito lo que acaba de suceder en Quevedo con la estafa liderada por “Don Naza”, siendo una nueva lección para incautos que quieren ganar el dinero en una forma fácil.
Se está por definir la extensión, responsables y valores que rodean a un nuevo engaño a sectores sociales que tratan de conseguir el dinero sin esfuerzo, sonrojo ni vergüenza, aplicando la famosa “viveza criolla” que decanta en estafa, un delito que conlleva al lucro valiéndose de la mentira y la ignorancia. Estafas que se han repetido con relativa frecuencia, acordémonos la del famoso “Notario Cabrera”, pero que para colmo no generan escarmiento alguno en un gran sector de la población.
Nuestra región has sido escenario de algunas estafas, grandes y pequeñas, incluido dentro de estas el famoso “chulco” que es una forma disfrazada de aprovecharse de necesitados, de potenciales migrantes y sobre todo de ingenuos que terminan por hacer realidad el tan cacareado aserto: “el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo”. En esta crisis social, económica y sanitaria re-emergen nuevas formas de estafa como es el famoso “negocio piramidal” con captación de inversionistas en pos de jugosos intereses, pero que, al final terminan por engañar a los que se creen “vivos”.
Llegan a ser víctimas de la estafa, unos: por ingenuidad, no tener que poner en la olla, dolor de la enfermedad, necesidad de techo, sentirse defraudados por sus candidatos, y, otros: por ambición, figurar, vivir del trabajo ajeno y sobremanera el de creerse inteligentes, avivatos, iluminados, que conllevan a caer en estas tramposerías que inundan en situaciones de necesidad, pobreza e incluso de ignorancia.
Es la hora de evitar estas estafas, en un país que estamos con el hartazgo de vivir estafados por personajes que fungen de políticos, pero que, al final terminan por ser estafadores de las aspiraciones de un sufrido pueblo ecuatoriano.
Por Hugo Lucero L.