Propósitos para el año nuevo
Los propósitos o intenciones que muchas personas solemos hacer al comenzar el año nuevo con el objetivo de cambiar o conseguir algo, están relacionados más frecuentemente con hacer deporte, perder peso, dejar de fumar, cambiar el mal carácter y más, mismos que lo podemos realizar en cualquier momento, pero como que es más efectivo en un comienzo del año en función de que nos impulsa para el logro de propósitos siempre anhelados.
Especialistas en el tema como el norteamericano Jhon Norcross, profesor de Psicología, refiere que estos propósitos no se cumplen solos, dependen de cada persona, siendo lo más habitual que fracasen debido a que suelen ser muy ambiciosos, inespecíficos, poco realistas y no meditados. Lo primero que hay que hacer es realizar un examen de conciencia, conocernos nuestros intereses, capacidades y limitaciones, fuerza de voluntad, carácter y deseos específicos de conseguir algo; siendo importante que conozcamos y analicemos el entorno, como que no conseguiremos dejar de fumar en medio de fumadores.
Luego, debemos elegir metas u objetivos concretos y realistas, nada de muy ambiciosos. Cuando dudamos que no lo vamos a cumplir se recomienda trabajar con submetas o medidas de tiempo, en donde se aconseja que nos premiemos ante logros alcanzados. Empero, casi siempre hay RECAÍDAS que no debe anularnos, antes, por el contrario, deben ser motivaciones para nuevas oportunidades.
Tener un amigo o compañero que esté con el mismo objetivo es beneficioso por cuanto se estimulan mutuamente, si alguien cae tiene al otro que lo levante. Se aconseja que cuando hay recaídas recomenzar en un día importante para la persona, podría ser el primero del mes, un cumpleaños o un onomástico. En definitiva, hay que partir del aserto: “querer es poder “.
Al respecto y en el contexto en el que transitamos, anhelamos que nuestros gobiernos, sobremanera los candidatos tengan propósitos alcanzables o cumplibles, asuman el “querer”, aunque dudamos que se llegue al “poder”, por la serie de problemas que adolece el país, siendo el más trascendental: la DELINCUENCIA ORGANIZADA. A propósito, lectores adivinen: ¿Cuándo comenzó y con quienes?… (O)
Fuente: El Mercurio