Esta fecha del segundo mes del año es para el Ecuador de importante e histórica recordación cívica. Con mucho mérito se conmemora en tal fecha el Día del Ejército Ecuatoriano, el Día del Civismo y, por supuesto, se recuerda con unción el triunfo de las tropas Gran Colombianas en la conflagración del Portete de Tarqui en 1829.
No es suficiente recordar la historia; es preciso, hacer un ejercicio y propósito de merecer los calificativos de pueblos valientes y trabajadores; procurar con el día a día de nuestras actividades el progreso del Ecuador, partiendo del ejemplo que nos dieron nuestros héroes cuyas hazañas deberían motivar el ideal para ser mejores ciudadanos.
Cierto es que no se inauguró en Portete la ecuatorianidad pero, se ratificó con sangre nuestra vocación patriótica y fue el pregón anunciatorio de la nacionalidad.
El pueblo se regocija también con carnestolendas y, justo es que así sea para elevar el espíritu de solidaridad y alegría; pues, también es necesario que renovemos nuestros afanes cívicos y recordemos con hidalguía el gigantesco legado de la Histórica Batalla que no la iniciamos nosotros pero que debemos estar listos a continuarla en los diferentes requerimientos del quehacer humano.
Dediquemos un corto tiempo a la reflexión y veremos cuán importante es nuestro aporte en el espacio que nos toca vivir. (O)
