Juan Zapata, presidente del COE nacional: Nunca una decisión se toma porque a alguien se le ocurre, se toma de manera técnica
Es presidente del Comité Técnico de Seguridad y Emergencias de la OEA. Fue secretario de Seguridad del Municipio de Quito y dirigió el COE metropolitano.
Juan Zapata Silva tiene 53 años y durante 25 de estos formó parte de la Policía Nacional. Es director del ECU911. Como delegado presidencial ha dirigido, desde el 15 de diciembre de 2020, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional en los gobiernos de Lenín Moreno y de Guillermo Lasso. Es presidente del Comité Técnico de Seguridad y Emergencias de la OEA. Fue secretario de Seguridad del Municipio de Quito y dirigió el COE metropolitano.
Ante críticas de sectores empresariales o de médicos, en una entrevista con este Diario defiende las decisiones de la entidad respecto del manejo de la pandemia; es optimista de lo que puede suceder en las próximas semanas con la situación epidemiológica por el COVID-19.
¿Qué es el COE nacional?
Es un Comité de Operaciones de Emergencia que está dentro de la Ley de Seguridad Pública y dentro del Manual de Gestión de Riesgos. Es una institución que articula a todas las instituciones cuando una emergencia ya sobrepasa a una institución, es decir, la crisis sanitaria usted no la puede hacer solamente desde el Ministerio de Salud, por lo tanto, es necesario que se active el COE porque ahí estamos 20 instituciones, 14 ministerios tenemos voz y voto. No están solamente del nivel ejecutivo, sino la AME (Asociación de Municipalidades Ecuatorianas), Congope (Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales), Cruz Roja y el comandante del Cuerpo de Bomberos en el lugar donde se activa el COE. Articula a todas las instituciones y quien genera el acto administrativo es la institución que tiene la competencia, por ejemplo, en el tema de un evento deportivo si nosotros decimos que el partido es con el 50 % de aforo sugerido, mandamos las comunicaciones vía esa resolución. Por ejemplo, usted le determina al Ministerio de Gobierno que genere el acto administrativo disponiendo a la intendencia de dar el permiso para ese evento, pero eso necesita también un informe de riesgos, dependiendo de si es alto riesgo o bajo riesgo se le da un aforo o no. La plenaria es la que toma la decisión última con votaciones.
En norma ordinaria nos basamos en nuestras competencias, cuando estamos en estado de excepción ahí sí el decreto (ejecutivo) faculta a asumir competencias, como por ejemplo la de los GAD (Gobiernos autónomos descentralizados).
¿Qué papel tienen la AME o el Congope?
Ellos son miembros de la plenaria porque tenemos que estar muy articulados con los GAD. Entonces la AME es nuestro nexo con todos los 221 cantones. Todo lo que resolvemos en plenaria lo van aterrizando hacia sus 221 cantones. Los consejos provinciales igual.
Se han generado críticas sobre las decisiones que ha tomado el COE.
La decisión no pasa por los miembros de la plenaria, pasa por los informes técnicos, por ejemplo, quién nos presenta el informe técnico, la mesa 2, que es de salud, y nos presenta la ministra de Salud. Entonces cuando el informe técnico nos dice que todos los indicadores sanitarios van a la baja, usted tiene la posibilidad de ir abriendo y ampliando medidas. Si es que los indicadores epidemiológicos dicen que todo está al alza, la misma mesa nos pide y nos sugiere medidas. Ellos nos sugieren, quién las hace efectivas, la plenaria a través de la votación de los miembros del COE. Cuando usted decide restringir un feriado, no crea que todos están de acuerdo, porque es lógico, cada quien defiende lo suyo: el ministro de Productividad, el ministro de Turismo hacen ver que eso va a afectar a su sector y no necesariamente tienen que estar de acuerdo, pero ¿qué pesa más? El tema sanitario, porque estamos tratando un tema de vidas y de la salud pública. Respetamos esas críticas, sin embargo usted tiene que liderar un COE y tomar las decisiones de acuerdo con lo que le digan los expertos, no lo que digan en redes sociales o las personas que se sienten afectadas. Lastimosamente en los COE cantonales no tienen esta estructura y muchas veces las decisiones en sus territorios no pasan por la técnica sino pasan -a veces- inclusive por el tema digamos de presión de ciudadanía, de tema político, un tema de que no exista desgaste.
Pero en el caso del partido Ecuador-Brasil, ustedes toman una decisión el 24 de enero, al día siguiente el presidente les pide que vuelvan a analizar y dos días después cambian su postura, esa es una decisión flexible.
Ahí hay dos cosas distintas. Primero, el presidente del COE es el presidente de la República, y dentro de las posibilidades está poner en el orden del día de la plenaria cualquier punto. En ese caso había un pedido de la Federación Ecuatoriana (de Fútbol) de que nuevamente analice y porque para cualquier decisión yo primero pido el informe de salud. La dinámica de (la variante) ómicron es distinta a la del COVID original y a la delta, donde los procesos duraban entre diez y quince días; aquí es de tres a cinco días, es decir, diariamente nos va cambiando el esquema. En esa semana tuvimos la mayor caída del número de contagios. También había que analizar los antecedentes. La Federación Ecuatoriana de Fútbol siempre cumplió protocolos. Son temas abiertos y todos están vacunados y tenían el sistema de la compra en línea. (Con) equipos de fútbol no hemos tenido mayores inconvenientes salvo temas puntuales, el caso del Emelec. Quisiera que el juez que dio esta medida cautelar, quisiera que vea lo que ocurrió ayer (el miércoles) en el estadio (Capwell), si cumplieron el aforo, si cumplieron las medidas de bioseguridad; ahí tuvimos bengalas.
Nunca una decisión en el COE se toma porque a alguien se le ocurre y todo el mundo levanta el brazo, no. Se toma de manera racional, de manera nominal y de manera técnica.
Pero en el caso de la Noche Amarilla, ustedes decidieron abstenerse de pronunciarse.
Hay competencias que son exclusivas de instituciones del COE nacional, por ejemplo, educación o salud mismo o ingresos al país, como hay competencias de los COE cantonales, como por ejemplo, el transporte público. Tenemos competencias concurrentes, es decir, que necesitan un permiso del GAD y necesitan un permiso de institución del COE nacional a través de la intendencia y del Servicio de Gestión de Riesgos. Quito no tenía esa prohibición de hacer eventos públicos masivos deportivos, pero en Guayaquil usted tenía una resolución que decía que se prohíben los eventos públicos masivos y especificaba los deportivos, y si nosotros veníamos con un discurso de que los GAD tienen que respetar la competencia nacional, nosotros no podíamos caer en la misma situación del enfrentamiento porque si aprobábamos la Noche Amarilla sabiendo que necesita un permiso municipal, ¿cómo usted autoriza algo que sabe que en esa ciudad por la autoridad cantonal está prohibido? No era lo prudente tomar una decisión. Cuando nosotros sacamos esa resolución, el Municipio de Guayaquil da de baja esa resolución, inmediatamente ahí sí Barcelona podía acceder al permiso que necesitaba.
La Cámara de Comercio de Quito ha manifestado que las decisiones del COE afectaron sus ingresos en referencia a los aforos, de acuerdo con una encuesta hecha a sus afiliados.
El esfuerzo mayor que hemos pedido a la ciudadanía fue la segunda semana de enero, donde tuvimos más de 50.000 contagios. Los aforos son una responsabilidad y competencia de los GAD. Nosotros siempre en los aforos hablamos de exhortar a los GAD para que ellos lo acojan o no. Es lógico cuando usted maneja un aforo va a hacer una limitación al ingreso de ese sector productivo. Quizá aquí los más perjudicados han sido las discotecas, los centros de tolerancia, los karaokes, son los sitios de mayor riesgo. La última resolución que acabamos de dar (el pasado miércoles) ya prácticamente el 91 % de los cantones están (en semáforo epidemiológico) en amarillo y verde. 75 % (de aforo) es el mínimo, 85 y al 100 % del aforo. Estamos dando un mensaje de que caminamos a la reactivación.
En el caso de los cambios que han hecho para ingresar al Ecuador, ¿no se ha afectado quizá el turismo?
Siempre una medida, cuando usted pone (certificado de) vacunación y el PCR negativo, lógico que es un tema que va a afectar al turismo, pero estamos privilegiando el tema sanitario. Cuando ingresó la (variante) delta en la región toditos (los países) cerraron aeropuertos; nos decían cierren aeropuertos, no podíamos tomar esa decisión porque era darle el toque final a un área que estaba golpeada como el turismo y nos la jugamos con protocolos y nos fue bien. También Ecuador ha sido referente de medidas en la región.
En el caso de la reapertura del puente de Rumichaca con Colombia estaba prevista para el 15 de diciembre de manera gradual, pero el 17 de diciembre el COE dispuso la reapertura inmediata y total. Para las autoridades de Tulcán fue una medida sorpresiva.
Ya teníamos la decisión para un mes antes, es decir, Ecuador ya estaba listo para abrir la frontera un mes antes, pero en el caso de frontera es muy distinto porque se requiere un compromiso de Estado a Estado. Lo que nosotros estábamos esperando es que se amplíe el porcentaje de vacunación en la zona fronteriza y el tiempo nos ha dado la razón. Se hizo el análisis de que no era necesario quizás esperar mucho más tiempo en las fases porque ya teníamos todas las condiciones. ¿La apertura de la frontera nos ha generado conflictos sanitarios? Ninguno.
Según el Colegio de Médicos de Pichincha, ha habido presiones políticas y económicas para que el COE nacional cambie su decisión con relación al partido Ecuador-Brasil. ¿No hubo ninguna presión política ni económica?
Siempre hemos estado trabajando en el tema de salud y no hemos tenido ninguna presión ni nos hemos dejado presionar. La única presión nuestra ha sido salvar vidas. Desde que soy delegado ratificado por el presidente (Guillermo Lasso) no me ha llamado una sola vez a decirme Juan, hay que tomar esta decisión por un tema, nunca. Cuando nos da un respiro la pandemia tenemos que ir al tema de reactivación económica, ese es el escenario.
Sobre la ley de pandemia que está tratando la Asamblea, a su juicio, ¿es necesaria que ya se emita pronto, a ustedes les habría ayudado a tomar otras decisiones?
Vamos ya a los dos años de pandemia, ninguna Constitución, ninguna ley previó una pandemia, el estado de excepción es eso, una medida excepcional y nos hemos tenido que jugar con norma ordinaria y qué difícil ha sido. Esa ley fue necesaria en los peores momentos, sin embargo esperemos que este escenario no cambie, ya países europeos están prácticamente volviendo a la normalidad, nosotros también vamos en ese camino. Que venga la ley de aquí a un mes, dos meses, no sé qué tan oportuno sería.
Se necesita una ley, sobre todo, que determine el trabajo comunitario, que aquellos jóvenes que están farreando y haciendo lo que pasó en la (avenida de los) Shyris (en Quito) o en Ambato, o en Salinas o en Montañita, se les lleve a hacer trabajo comunitario en un hospital donde hay familias afuera rezando por sus familiares, donde hay médicos jugándose la vida y donde hay seres humanos luchando contra el COVID. Yo creo que en su conciencia va a cambiar su chip de decir no, pues, el país está en una crisis sanitaria y no creo que mi actitud sea la adecuada.
Fuente: El Universo