Amy Chalán Vacacela, una joven migrante con raíces en la comunidad Chukidel Ayllullakta, estudió en la Universidad de Harvard y obtuvo una Licenciatura en Ciencias Sociales, lo que la convierte en la primera indígena del pueblo Kichwa Saraguro en graduarse en una de las mejores universidades del mundo.

A sus 22 años, la joven es una de las primeras de su familia en estudiar en la Universidad y aunque admite que no ha sido fácil, hoy expresa gran satisfacción por el camino recorrido, por los desafíos que ha superado y por lo que proyecta para su futuro.

Su abuelo, José Antonio Vacacela, migró a Estados Unidos en 1994; su abuela, Laurita Quizhpe, dejó el Ecuador en el año 2000 y después de dos años, migraron ella y su madre, María Elena Vacacela, una travesía que para Amy marcó el inicio de su camino hacia Harvard.

“No solo es un éxito personal, este logro dice mucho de cómo se fue construyendo este camino desde que mi familia vino hace casi 30 años. Somos migrantes, de bajos recursos, vinimos indocumentados, enfrentamos muchas barreras en el sistema, pero mi familia fue un gran apoyo desde mi niñez para hoy estar aquí”, expresó Amy a El Mercurio, desde Nueva York.

Líder

Amy Chalán creció en la localidad de Tarrytown en Nueva York y la huella que ostenta en la Universidad es amplia. Se ha desempeñado como coordinadora estudiantil en el Programa de Reclutamiento de Minorías en Harvard, mediante el cual ha dado apoyo para el ingreso de jóvenes latinos e indígenas.

Conocer las dos caras de la moneda: la migración y sus dificultades, pero también el mundo de las oportunidades, llevaron a Amy a inclinarse por el trabajo social y trabajar con comunidades migrantes y con niños de bajos recursos para inculcarles la pasión por el estudio universitario.

Fundó el programa ‘Metamorphosis’, que promueve la accesibilidad para los estudiantes indocumentados en el proceso de solicitud universitaria.

Además, lidera grupos culturales y sociales, fue parte de la Iniciativa ‘Quechua de Indigeneidad Global en la Universidad de Harvard’ y presentó su trabajo académico y social en ‘La Reunión Anual del Quechua Alliance y la conferencia de la Fundación Kuyayky’.

Pandemia

Durante sus estudios en Harvard en 2020, cuando se desató la pandemia, Amy atravesó una etapa de depresión la cual califica como “oscura a nivel mental y espiritual”. Pensó en retirarse de la universidad, pero decidió tomar un lapso que le permitió la Universidad y volvió a sus raíces, al pueblo Kichwa Saraguro.

“Regresar a mi tierra de donde son mis antepasados y profundizar sobre mis raíces, me dio energía en el periodo más oscuro de mi vida. Pude aprender sobre mis tradiciones, sobre la música de mi pueblo, conocer a mi familia y formar parte de las mingas”, cuenta Amy.

Y es que, la joven migrante considera que esta decisión la llevó a encontrarse a sí misma, saber quién es y de dónde viene para seguir construyendo su futuro.

Promoción de eventos

En el transcurso de su carrera en Harvard, Amy organizó el encuentro juvenil ‘Saraguro Sk8’, dirigido a promover el diálogo intergenerational sobre la depresión y suicidio por medio del deporte y la cultural juvenil mediante el ‘skateboarding’.

También estableció colaboración con escuelas interculturales bilingües en Saraguro, donde dio charlas sobre la realidad migrante y empoderamiento de jóvenes indígenas.

Amy fundó el programa educativo virtual ‘Wallpak Wamprakuna’, con la colaboración de otros jóvenes líderes Kichwa. Este programa facilita el aprendizaje, la concienciación cultural y el intercambio de experiencias entre jóvenes Kichwas que viven en Europa, Estados Unidos, y Ecuador.

Como parte de su tesis de pregrado, organizó el primer encuentro de jóvenes Kichwa en Saraguro por el Día Internacional de la Juventud, llamado ‘Wambra Kapary’.

Junto a varios profesionales, artistas, activistas y jóvenes de Otavalo, la Amazonía y Saraguro desarrollaron jornadas de aprendizaje inter-pueblo e Inter-generacional sobre resistencia cultural y empoderamiento de jóvenes por medio de la música, el arte, la medicina ancestral y la danza, entre otros.

Su visión para el futuro es que el mundo vea a los jóvenes indígenas como agentes de cambio, abriendo caminos diferentes para los pueblos y tejiendo redes de solidaridad hacia un futuro justo y equitativo, sin olvidar sus raíces. (PNH)-(I)

“CREO PROFUNDAMENTE QUE LOS JÓVENES SON EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, SOMOS UNA NUEVA GENERACIÓN QUE GRACIAS A LA LUCHA DE NUESTROS ABUELOS HEMOS PODIDO CRECER CON DIFERENTES OPORTUNIDADES”.Amy Chalán. Graduada en Harvard

DATO

  • Amy Chalán cursó su carrera de cuatro años en Harvard. Fue parte de los estudiantes con capacidades intelectuales desarrolladas.
  • Fuente: El Mercurio

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