¡Renace la esperanza!
Es el pensamiento que tenemos todos los gironences de nacimiento y de corazón, cuando al cabo de más de 8 años de estancamiento de un pueblo, se posesiona un nuevo alcalde y concejales que preconizan un cambio para un cantón que ha permanecido mudo, tolerante ante la inercia y pasividad de autoridades que han pasado sin pena ni gloria.
La historia queda escrita y posiblemente para contar, sin que se deba dar paso a más lamentaciones, antes, por el contrario, pensar que el ser humano es perfectible y ante esta realidad esperamos que se dé un cambio de timón en lo positivo con las nuevas autoridades del Cantón Girón, comenzando con el renacimiento de una esperanza.
Deben quedar relegados los discursos elocuentes y prometedores de la campaña electoral, debe ser el inicio de menos hablar y de hacer más, el tiempo de concretar ofrecimientos y de trabajar sin mirar ni pensar en idearios políticos y peor en enemigos partidistas, es el espacio de sumar voluntades para sacar adelante al Girón que soñamos y que justifique nuestro voto de confianza al gobierno que se estrena.
Las experiencias negativas acumuladas nos deben dejar lecciones, como que no hay que vivir de ofertas, que las autoridades deben tener la sabiduría para la gestión en función de frutos seguros para un Girón relegado de gobiernos seccionales y nacionales. El alcalde es el gobierno local, pero en cantones como el nuestro, los concejales no deben quedarse como simples fiscalizadores y legisladores, es necesario que aterricen en la realidad siendo funcionarios públicos que sumen en gestiones y trabajos formado un equipo sólido y convencido que solo unidos hacen la fuerza para reclamar nuestros derechos y para satisfacer las necesidades de la población.
Renace la esperanza, que ojalá no se trastoque en desesperanza para un pueblo que sufrió hasta el hartazgo de engaños, ardides e inoperancias de pasados que han dejado un sello preocupante de negativismo y desconfianza. ¡Dios les ilumine!.