El Título 42 fue impuesto por el expresidente Trump en medio de la pandemia, originalmente para evitar la expansión del virus del COVID19. Pero, al mismo tiempo, sirvió para prevenir la entrada de migrantes a EE.UU.
EE.UU. es conocido como un país hecho por inmigrantes. Un país en el cual todos son bienvenidos. Esta fama viene, en parte, de la “Immigration Nationality Act” del año 1965. Según esta ley, personas de todas partes del mundo tendrían derecho a migrar a EE.UU. y solicitar asilo. Esto no significa que obtendrán inmediatamente permiso para quedarse en el país, pero sí que sus casos serán escuchados y que las autoridades decidirán si en su país de origen corren peligro o no, y si por ende tienen derecho a obtener asilo político.
En la ciudad de El Paso, en Texas, se encuentra el paso más importante a lo largo de la frontera de más de 3.000 kilómetros entre Estados Unidos y México. Cada día la cruzan aproximadamente 8.000 migrantes y solicitan asilo político. Según cifras de la Policía Fronteriza, solo en el mes de marzo de este año detectó unos 192.000 migrantes a lo largo de la frontera sur de EE.UU. Aproximadamente la mitad, un total de 88.000, fueron expulsados del país en virtud del Título 42. Por eso, una vez que este reglamento sea levantado, las autoridades esperan una llegada masiva de migrantes.
El ministro de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorcas, dijo la semana pasada desde Brownsville, Texas, que esperan un aumento de llegadas: “Será un gran reto, pero estamos preparados”, afirmó, después de que el presidente Joe Biden enviase 1.500 uniformados adicionales a los 2.500 que ya están estacionados en la frontera.
¿Qué pasará cuando deje de regir este reglamento?
El levantamiento del Título 42 permitirá que los migrantes que crucen la frontera hagan valer su derecho a pedir asilo y se escuche su caso. Un proceso que puede tomar meses o incluso años. En los primeros días estarán en centros de detención. Los que sean deportados podrían terminar en México si son de nacionalidad cubana, venezolana o nicaragüense. Los casos serán escuchados, pero son cada vez menos los que obtienen asilo político, según las cifras más recientes del Ministerio de Seguridad Nacional.
Paralelamente a estas medidas inmediatas, el Congreso de EE.UU. está trabajando en un proyecto de ley bipartito que presentarán el mismo jueves 11 de mayo, día en el que se levantará el Título 42. Entonces el Congreso tendrá que votar sobre esta propuesta que proviene de los sectores más conservadores. El proyecto de ley propone crear un instrumento legal de “expulsión temporal”, similar a la función que hasta ahora ha tenido el Título 42. Esto le permitiría a la policía fronteriza a expulsar a migrantes sin darles el derecho de pedir asilo en EE.UU. Además, los congresistas proponen continuar la construcción del muro fronterizo y volver a establecer la política migratoria “Permanece en México”. El presidente Biden ya ha dicho que, si la propuesta de ley pasa ambas cámaras, él la vetará
Situación del lado mexicano
Hasta hace poco, la “Remain in Mexico policy” de la era Trump aún estaba vigente. Esta obligó a muchos migrantes a esperar en México a que sus casos sean procesados. El Título 42 y la política “permanece en México” han producido un embotellamiento en las ciudades fronterizas del lado mexicano. Muchos de los migrantes están esperando hace meses o incluso años. Son ellos los que están perdiendo la paciencia y a más tardar cuando caiga el Título 42 se presentarán ante las autoridades estadounidenses a pedir asilo político.
Además, los refugios en las ciudades fronterizas del lado mexicano están llenos y excedidos en sus capacidades.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acordó hace una semana recibir a los migrantes de Cuba, Nicaragua o Venezuela que EE.UU. quiera deportar. Y es que, como EE.UU. no mantiene relaciones con estos países que califica de antidemocráticos, no puede coordinar la deportación de migrantes procedentes de ellos. Ahora ellos serán retornados a México, un factor que llenará aún más los pocos albergues en iglesias y casas del lado mexicano, y obligará a más migrantes a acampar en las calles al lado de la frontera.
¿Existe una solución?
Expertos opinan que esto no es una solución a largo plazo. Y es que la crisis migratoria en la frontera no empezará recién con el levantamiento del título 42, sino que ya se encuentra en pleno auge en ambos lados de la frontera.
Esto únicamente cambiará si tanto el Congreso como la Casa Blanca trabajan en una verdadera reforma de las políticas migratorias. La propuesta de solucionar los problemas de fondo que causan las olas migratorias tomará muchos años, si no décadas. Una propuesta poco efectiva fue la de las aplicaciones para teléfonos inteligentes, para que los migrantes puedan solicitar asilo. Otro de los proyectos en los que está trabajando la Casa Blanca son los “Centros para Migrantes”, que el gobierno de Biden abrirá en Guatemala y Colombia. El objetivo es lograr que los migrantes pidan asilo desde dichos centros y no lleguen todos a la frontera sur con México.
En un tema que divide tanto a la sociedad como el de migración, el presidente Biden tendrá que encontrar un balance entre los que reclaman una política migratoria más humanitaria y, por otro lado, los que hablan ya de fronteras abiertas y caos en la frontera sur.
Fuente: DW
Debe estar conectado para enviar un comentario.