Hace unos días, en una recta de la vía en Portete, agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador realizaban un operativo de control, “suponemos” que acorde a sus competencias y, sobre todo, con el objetivo de hacer cumplir la ley. 

Como es normal, la gran mayoría de conductores estacionan sus unidades, muestran sus documentos e inmediatamente continúan la marcha. 

Dos kilómetros antes de llegar al sitio con sentido Girón a Cuenca, avanzan volquetes, tan llenos de pétreos que derraman material en la vía; ¿y las carpas? muy bien gracias, la una dobladita se la veía en la parte delantera del balde y, la otra no tenía. 

Quienes íbamos atrás, al ver la proximidad de los pesados vehículos al puesto de control, dijimos, “se jodieron los choferes… bajo, bajo” les hacen poner las carpas, o, al menos le cuesta unos “20 dolaritos de multa” a cada uno por la infracción. 

¡Oh, sorpresa!, ni siquiera le pidieron mostrar los documentos, peor aún increpar sobre el exceso de carga sin protección que representa un peligro para otros conductores y, con frecuencia esta acción provoca daños en vehículos y roturas de parabrisas. 

Llegó mi turno de ser revisado los documentos, saludamos con el agente, que a decir su aparente edad era el jefe, chequea mis documentos y me autoriza seguir. Antes de aquello, le consulto del porqué se permite el paso libre de vehículos que son un peligro para muchas personas. 

La respuesta que dio el agente, sorprendió más aún, “son flojos para poner, son casos fortuitos”, en consecuencia la “flojera” de ciertos conductores para colocar la carpa y andar sobrecargados es más fuerte que la ley y vale más que la seguridad ciudadana y los daños materiales que puedan causar?. 

Al parecer, estamos entre flojos irrespetuosos de la ley y, flojos encargados de hacerla respetar.

Por: Eloy Peralta Q.

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