El COVID-19 no ha frenado la salida de ecuatorianos que van en busca de un futuro mejor en EE. UU. y que recorren a coyoteros pagando hasta $15.000.

No sabemos nada, estamos desesperados, ya son cuatro meses de la desaparición de mis hermanos y mi cuñada en las Bahamas, dice, con la voz entrecortada y entre lágrimas Alicia Calle desde la ciudad azuaya de Chordeleg.

Calle cuenta que sus familiares que desaparecieron, en un grupo de cinco compatriotas, en su intento de llegar a Estados Unidos para cumplir con el sueño americano, tomaron el 6 de marzo una ruta que los coyoteros están volviendo a utilizar con frecuencia, la caribeña. Trayecto que comprende viajar por avión desde Ecuador a Panamá, luego volar o ir en crucero a las Bahamas, llegar a las islas Binini y luego cruzar en supuestos botes de alta velocidad hasta Miami, Florida.

Al igual que los cinco compatriotas perdidos en las Bahamas, otros diez ecuatorianos han corrido con la misma suerte este año y suman 144 los desaparecidos en los últimos doce años, según cifras de 1800Migrante.com, organización con sede en EE. UU. que colabora con las familias de migrantes desaparecidos en las fronteras desde hace más de una década.

La organización indicó a este Diario que de los quince ecuatorianos que se habían extraviados en este año, dos fueron localizados. El hallazgo se dio a través de las patrullas fronterizas en uno de los casos.

Calle dice que el último mensaje de sus familiares lo recibieron el 6 de marzo indicando que ya iban a salir rumbo a EE. UU. y que se encontraban en la isla de Freeport en las Bahamas. “Desde ese día no sabemos nada y nos consume la desesperación”, comenta y agrega que los compatriotas se endeudaron en $ 15.000 por persona para poder viajar, suma que los coyoteros cobran a sus familiares.

“Nos dicen que hubo un naufragio, nos mienten que están detenidos, nos marean diciendo que están secuestrados y hasta nos han robado dinero para supuestamente investigar el paradero de nuestras familias, estamos desesperados y buscamos respuestas”, dice Calle, quien pide a las autoridades algún tipo de ayuda y cuenta que su madre es quien más sufre por las desapariciones.

Gladis Mainato, hermana de Luis Mainato otro migrante desaparecido en las mismas condiciones pero en México, dice que su hermano, un joven de 23 años oriundo de Cañar y que estudiaba una ingeniería en la Universidad Politécnica Salesiana en Cuenca, se vio forzado a dejar su vida por falta de dinero ya que su padre que vive en EE. UU. no pudo enviarle más luego de perder sus ingresos por la pandemia.

La ruta que tomó Maniato, quien viajó solo el 15 de febrero, fue de Cañar a Quito y luego voló a México. Llegó primero a Cancún y luego a Monterrey, desde donde fue se dirigió a Piedras Negras para luego cruzar el río Bravo y llegar a Texas, algo que sus familiares no saben si ocurrió o no. El costo del viaje del compatriota se fijó también en $ 15.000.

Desde que México otorgó el beneficio migratorio de no solicitar visa a los ecuatorianos para ingresar al país, la llegada de migrantes por aparente turismo que tiene como fin llegar a EE. UU. ilegalmente ha ido en aumento.

“Necesitamos ayuda, estamos desesperados, del Estado no hemos recibido ningún tipo de ayuda, nos hemos comunicado con los consulados y la embajada en Texas, pero no tenemos noticias”, dice Maniato. Con la misma desesperación, Calle cuenta que tampoco han recibido ningún tipo de ayuda y que esperan por una respuesta de parte de la Cancillería que no llega.

Este Diario consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana sobre el manejo de estas situaciones, si tienen conocimiento de los casos y qué procesos pueden seguir los familiares para las búsquedas, pero hasta el cierre de esta publicación no se recibió ninguna respuesta.

El abogado William Murillo, vocero de 1800Migrante.com, la organización que facilitó a detalle la información de los desaparecidos, dice que el número de ecuatorianos que siguen saliendo del país es alarmante y lo considera una crisis humanitaria y que el Estado debe tomar acciones ya que es responsable de cuidar de sus ciudadanos en el exterior.

“El número de ecuatorianos que siguen saliendo de forma legal hacia México es escandaloso y el Gobierno nacional tendrá que tomar cartas en el asunto o declarar la emergencia humanitaria que estos viajes están provocando en el país azteca, por la constante violación de los derechos humanos hacia los ecuatorianos y otras nacionalidades en las ciudades fronterizas mexicanas, esto tiene que parar o encontrar nuevas soluciones creativas a este tsunami migratorio que estamos viviendo”, dice Murillo.

El vocero de la organización, que ayuda de forma gratuita a las familias, cuenta que han hecho advertencias al Gobierno de México sobre los secuestros, crímenes, violaciones y asesinatos a los que se enfrentan los migrantes que están de tránsito por ese país, pero que no han recibido ningún tipo de respuesta.

“La ruta mexicana se está convirtiendo en un verdadero problema de seguridad nacional para México y no descartamos la acción legal internacional contra este país por las graves violaciones que se cometen… el Estado mexicano no puede brindar la seguridad a sus propios ciudadanos y mucho menos a migrantes y/o extranjeros que están siendo víctimas de crímenes indescriptibles”, añade el abogado.

Migrantes ecuatorianos desaparecidos en lo que va de 2021

Nombre Edad Ciudad de origen País de desaparición
María Eliza Vera Cajilema 45 La Troncal, Cañar Bahamas
Cristian Paúl Calle Palacios 38 Biblián, Cañar Bahamas
Carmel Carolina Calle Urgilés 36 Azogues, Cañar Bahamas
Juan Carlos Calle Palacios 40 Azogues, Cañar Bahamas
Lía Elizabeth Pulla Campoverde 22 Azogues, Cañar Bahamas
Luis Raúl Mainato Acero 23 Quilloac, Cañar México
Johanna Maribel Tapia 33 Guayaquil, Guayas México
Henry Patricio Guzmán Ramos 31 Tarqui, Azuay México
Carlos Eduardo López Quinapanta 35 Ambato, Tungurahua México
Milton López 37 Sucúa, Morona Santiago México
Gonzalo Oswaldo Sarmiento 45 Alausí, Chimborazo México
Cristian Lupercio 21 Cuenca, Azuay México
Evelin Quichimbo 24 Gualaceo, Azuay México

Entre los desaparecidos hay casos de connacionales que se perdieron en su segundo intento por llegar a EE. UU. y otros que fueron deportados a México, de donde no se volvió a saber de ellos y hay casos también en los que los familiares en Ecuador han logrado denunciar a los coyoteros, pero en un caso puntual en Ambato, el sujeto fue detenido, pero pese a existir pruebas, fue puesto en libertad bajo medidas cautelares.

“Es una lástima que los ecuatorianos sigan desapareciendo y los Gobiernos de la región no brinden soluciones para detener este éxodo migratorio que estamos viviendo”, apunta Murillo y dice que le causa gran sorpresa el silencio que existe en torno al tema que es algo recurrente en la frontera entre México y EE. UU. (I)

Fuente: El Universo

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