Se proyecta una caída en el consumo de los hogares de al menos entre -5% y -7%. Todo apunta a que los apagones seguirán hasta diciembre y eso provocará menos impuestos para el Estado y menos liquidez para empresas y familias.

Entre abril y junio de 2024, el Banco Central del Ecuador (BCE) calculó una caída de -2,2% en el consumo de los hogares ecuatorianos. En ese periodo, desde mediados de abril hasta mediados de mayo, se produjeron apagones programados en todo el país y eso avivó la crisis económica.

Desde septiembre de 2024, Ecuador ha vuelto a otra temporada de apagones que, según todas las previsiones (ante la falta de lluvias fuertes y continuas, la demora en incorporar más generación térmica y la no venta de energía desde Colombia) podría durar hasta al menos diciembre.

Por eso, en el cuarto trimestre del año, según el exministro de Economía, Fausto Ortiz, se proyecta una caída del consumo de los hogares de entre el -5% y -7%.

Eso se traducirá en menos ventas de empresas y emprendimientos; menos ingresos para ciudadanos y empresas. Además, menos ingresos para el Estado, debido a una menor recaudación de impuestos de lo programado.

Carlos Alberto González, economista y consultor empresarial, comentó que se avizora una “Navidad apagada”, donde “se van a sentir con más fuerza los estragos de la crisis económica que ya viene desde finales de 2023 y los apagones”.

Están en riesgo alrededor del 30% de las ventas del año

Entre octubre y diciembre se concentra alrededor del 30% de las ventas de todo el año. En un contexto de apagones y profundización de la crisis económica, está en riesgo una parte importante de los entre $59.000 y $60.000 millones que se mueven en esos meses, de la mano de la Navidad y el fin de año.

Perder solo el 10% de ese movimiento ya representaría hasta $6.000 millones menos de ingresos para empresas y familias.

Si se llega a una afectación del 30%, la pérdida llegaría hasta la cifra escalofriante de $18.000 millones.

Hasta el 14 de octubre de 2024, ya se calculaban pérdidas acumuladas de $1.200 millones, que se sumaban a los $1.400 millones perdidos durante los apagones de abril y mayo de este año.

González alertó que el acumulado de pérdidas, tanto por la caída de ventas como los  descuentos y promociones que los negocios se ven obligados a hacer para no quedarse con tanto inventario, se va a sentir con más fuerza en diciembre.

“Eso se puede traducir en menos contrataciones de temporada, atrasos o reducción en el pago de sueldos y décimos, entre otros golpes a una economía que cerrará 2024 en rojo”, puntualizó González.

Si venden menos los privados, tendrá menos ingresos el Estado

Entre mayo y agosto se recibieron $500 millones adicionales por concepto de IVA al 15% en 2024.

Antes de que los apagones entraran en escena, se esperaban $500 millones más entre septiembre y diciembre. Sin embargo, el exministro Ortiz estima que la recaudación adicional de los últimos cuatro meses del año podría caer a $300 millones o menos. Lo mismo puede pasar con otros tributos y tasas.

Hasta septiembre de 2024, con el efecto inicial de los primeros días de apagones, el déficit real (más gastos que ingresos) dentro del Presupuesto General del Estado (PGE), según Jaime Carrera del Observatorio de la Política Fiscal, llegó a los $2.124 millones.

Este déficit se produjo a pesar de que, entre enero y septiembre, a través de $4.198 millones de ingresos adicionales entre subidas de impuestos, impuestos temporales, utilidades del Banco Central, convenios de liquidez, reducción del subsidio a los combustibles, entre otros.

Noboa jugará la carta de bajar el IVA para reactivar la economía

Ante la caída de la economía, el presidente Daniel Noboa puede caer en la tentación de, a través de un decreto ejecutivo, bajar el IVA del 15% al 13% con el discurso de que se venda y se consuma más.

Al respecto, Fausto Ortiz, exministro de Economía, dijo que, aún sin solucionar el enorme déficit fiscal, los subsidios de combustibles, la inseguridad, o las necesidades en el campo de la generación de electricidad, desde el punto de vista fiscal, más que económico, no debería ser recomendable disminuir la tarifa del actual nivel del 15%, sin embargo, en campaña lo político supera todo.

Noboa ya ha tomado decisiones pensando en su popularidad, como condonar deudas del Banco Nacional de Fomento, de las juntas de agua e incluso cobrar cero en las planillas de luz de noviembre y diciembre de 2024 y enero y febrero de 2025, siempre y cuando de consuma hasta 180 kilovatios/hora.

Solo con esa última medida se deberá gastar $400 millones desde el Estado.

Por eso, Ortiz considera que, si se va a bajar el IVA, se podrían proponer canjes a los ecuatorianos. “Bajamos el IVA en 2025 y focalizamos el subsidio al diésel, en especial ahora que somos una nación preocupada por mantener crudo en tierra. Bajamos el IVA en 2025 y ubicamos una tarifa eléctrica sin subsidios para ‘incentivar’ autogeneración en importantes sectores de la economía y permitir minimizar subsidio a quien no lo necesita. Complicado en el arranque de una campaña que luce complicada para la reelección”, concluyó.

Fuente: La Hora

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