La Policía Nacional retoma el control del tránsito en 25 ejes viales tras 14 años
Desde este 12 de mayo de 2025, la Policía Nacional asume nuevamente el control del tránsito en 25 ejes viales críticos tras 14 años de delegación a la CTE.
Desde las 00:00 de este lunes 12 de mayo de 2025, la Policía Nacional del Ecuador retoma el control operativo del tránsito y la seguridad vial en los 25 ejes viales más críticos del país. Esta competencia regresa a manos de la institución policial tras 14 años de haber sido delegada a la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
La Policía Nacional harán el control de tránsito en rutas de alto riesgo
El cambio se establece en el Acuerdo Ministerial MTOP-25-19-ACU, del pasado 17 de abril de 2025 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Con esta decisión, se transfiere de manera oficial el liderazgo del control vial, la seguridad ciudadana y el orden público a la Dirección Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial de la Policía Nacional.
La transición se ejecuta en coordinación con la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) y la CTE, institución que mantuvo esa responsabilidad desde 2011.
Los 25 ejes viales priorizados se encuentran distribuidos en 13 provincias del país. Se trata de rutas de alto riesgo, tanto por su conexión con puertos estratégicos como por los frecuentes incidentes de inseguridad, asaltos y accidentes que afectan a pasajeros y transportistas.
Según la Policía, se han destinado más de 2 000 uniformados para el control de estas vías, y en los próximos días se sumarán 700 efectivos adicionales. Este grupo humano estará acompañado de un equipo logístico: 124 camionetas entregadas recientemente por el Gobierno, 557 radios para zonas sin cobertura de comunicación, 12 furgones con cámaras de detección facial, entre otros.
Prevención del delito en las vías de Ecuador
Las operaciones se enfocarán principalmente en la prevención del delito y en garantizar la seguridad vial. Según Cristian Barreiro, director nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, esta acción representa un “retorno estratégico” que busca reforzar la tranquilidad de los ciudadanos que transitan por la red vial estatal. “Los ejes viales son arterias vitales donde la seguridad y el orden son primordiales”, señaló.
La normativa contempla un periodo de transición de competencias de 15 días, tiempo durante el cual las entidades involucradas articularán los mecanismos operativos y logísticos para el cambio de funciones.
El retorno de la Policía al control del tránsito no solo representa una reorganización institucional, sino también un compromiso con la seguridad vial y ciudadana. “El objetivo de asegurar la protección de personas y bienes en la red vial estatal y reforzar la seguridad interna y fronteriza del país”, afirmó Barreiro.
Policía retoma el control del tránsito tras más de una década
Tras 14 años, la Policía Nacional vuelve a asumir el control del tránsito en las carreteras estatales del país. Esta competencia había sido delegada a la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) en 2011, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, en 2008.
La norma otorgaba a la CTE un plazo de cinco años para asumir completamente esta función. Sin embargo, durante ese tiempo la institución no logró cubrir toda la red vial estatal, por lo que la Policía continuó ejerciendo el control. Aunque legalmente ya no le correspondía.
Con el paso de los años, las reformas a la Ley buscaron establecer un esquema compartido. Parte del control sería responsabilidad de la Policía y otra parte de la CTE. Incluso, una reforma de 2018 permitió realizar operativos en casos relacionados con seguridad ciudadana.
Sin embargo, en la práctica estas disposiciones no se aplicaron de forma efectiva, explicó Guillermo Abad, exsecretario de Movilidad del Distrito Metropolitano de Quito.
Dos instituciones controlaban el tránsito
Por esta razón, el control del tránsito en la red vial estatal estaba dividido entre las dos instituciones. Esta sería una de las principales razones por las que el Gobierno Nacional decidió devolver la competencia a la Policía Nacional.
La segunda razón, según explicó Abad, sería la limitada capacidad operativa de los agentes civiles de tránsito. Ellos no podían intervenir en delitos fuera de su competencia. Si durante un operativo se detectaba un robo, un secuestro o un vehículo robado, debían esperar la intervención de la Policía, señaló. Además, estudios como los mapas de calor evidencian que en zonas sin presencia policial se registraba una mayor incidencia delictiva.
Fuente: El Comercio