Las precipitaciones de las últimas horas han derivado en inundaciones, deslizamientos e incluso socavamientos en diferentes zonas del país.


Las fuertes lluvias causan estragos en diferentes zonas del país. Las precipitaciones de las últimas horas han derivado en deslizamientos de tierra, socavamientos, vendavales e inundaciones.

En Guayaquil al menos 47 zonas se afectaron y a escala nacional, por las lluvias, se han registrado 17 eventos. Hay novedades en vías como la Cuenca-Molleturo, La Concordia-Monterrey, Puyo-Tena, entre otras.

Las lluvias se apegan al pronóstico que hicieron el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) y el Comité Erfen, en días pasados. Este último alertó de que, entre el 18 y 22 de febrero, habría “eventos significativos de precipitación” en la zona interior del Litoral.

En tanto que el Inamhi anunció que del 17 al 21 de febrero se esperarían lluvias intensas en el Litoral y zonas cercanas a la estribación occidental. Esto en el contexto de que en Ecuador se mantiene activa la alerta naranja por el fenómeno de El Niño.

En localidades de cuatro provincias de Ecuador se han registrado los más altos valores de precipitaciones durante las últimas horas. En La Concordia cayeron 239,6 milímetros de lluvia, un récord inédito en 60 años

Pero ¿este tipo de eventos lluviosos son propios de la temporada invernal o se derivan de la presencia de El Niño en el país?

José González, coordinador del Inamhi en Guayaquil, recordó que, de acuerdo con el último comunicado del Erfen, se ha consensuado que “la presente temporada lluviosa se desarrolla en el contexto de un fenómeno de El Niño activo en el Ecuador y que mantiene su intensidad moderada, con tendencia a debilitarse en los próximos meses”.

Por ello, señaló, las lluvias registradas obedecen a varios factores, siendo uno de ellos El Niño.

Estos factores son la migración de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) hacia nuestro territorio (habitual), rezago de la fase activa de la MJO (habitual ralentizado por El Niño), incremento de la temperatura superficial del mar (TSM) frente a nuestra costa (habitual+El Niño).

La oscilación de Madden y Julian (MJO, por sus siglas en inglés) es una perturbación que transita en todo el trópico de oeste a este y esta modula las precipitaciones en el trópico.

En ese sentido, González explicó que las lluvias registradas en las últimas horas y en los últimos días obedecen a un comportamiento que, habitualmente, se registra en estos meses, pero que está medianamente intensificado por El Niño.

Para Franklin Ormaza, oceanógrafo y profesor investigador de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), este es un escenario típico de lluvias que, regularmente, se registra entre los meses de enero y abril.

Por ello, para que se configure como presencia de El Niño, citó varios factores que se deben cumplir. Por ejemplo, una TSM superior a 28 grados, una profundidad de superficie caliente entre 70 y 100 metros, una anomalía del nivel medio del mar de más de 40 centímetros.

Otro factor por considerar es la salinidad del mar. Por ahora, dijo el catedrático, las unidades de salinidad se ubican entre 32 y 33, cifras propias de la temporada invernal.

“Cuando tenemos a El Niño empieza en el mes de diciembre como tarde, las lluvias han empezado a finales de enero e inicios de febrero. Con estos datos no se podría decir que existe el impacto del fenómeno de El Niño en Ecuador, lo que tenemos es la típica estación invernal”, manifestó Ormaza.

Por ello, desde su visión, si bien está activa la alerta del fenómeno, en las costas -al menos- no existe ningún parámetro oceanográfico y meteorológico que se compare a lo ocurrido antes con El Niño. (I)

Fuente: El Universo

Anterior

Estos diez nombres se perfilan como posibles precandidatos para las elecciones del 2025

Siguiente

Dos años del puente que se cayó en la calle Sandez

Revise También: