Hay alerta en la cárcel de Cotopaxi por la presunta fuga de tres presos del pabellón de máxima seguridad, reportada este viernes 23 de febrero de 2024.

Sobre la fuga de reclusos, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) ha indicado que se solicitó información al personal de Fuerzas Armadas y Policía Nacional. En el transcurso de día se emitirá información oficial.

De acuerdo a información preliminar, los fugitivos permanecían en la Etapa de Máxima Seguridad, pabellón C1A “F” y habrían utilizado las cobijas como cuerdas. También se ha detallado la identidad de los ppl y los antecedentes penales de cada uno:

Adán Herney Aguinda Urapari, (asesinato, suplantación de identidad).

Victor Manuel León Vargas (violación de propiedad privada. Tráfico de moneda).

Kevin Josué Jama Quiñónez (asesinato)

El reporte sobre el escape de las personas privadas de la libertad (ppl) acontece luego de que ayer jueves se permitiera el acceso a periodistas escoltados por los militares al Centro de Privación de Libertad Número 1 de Cotopaxi, el nombre oficial de esta cárcel.

Más de mes y medio después de que se declarase el “conflicto armado interno” contra el crimen organizado en Ecuador, las Fuerzas Armadas hicieron énfasis en mostrar el cambio significativo en el funcionamiento de la cárcel, destacando la transición que ha tenido lugar desde que los 4.344 presos están bajo el control militar, de manera temporal, en reemplazo del SNAI.

Durante el recorrido, uno de los militares incluso afirmó que la prisión de Latacunga ahora está “al 100% bajo el control de las Fuerzas Armadas”.

Luego de que el presidente Daniel Noboa declarara el “conflicto armado interno” contra el crimen organizado, el pasado 9 de enero de 2024, algunas cárceles permanecen bajo dominio de las Fuerzas Armadas para arrebatar a las bandas criminales el control de estos centros, donde los militares presumen de “un cambio rotundo”.

La intención de las FF.AA. es quedarse dentro de las prisiones el tiempo que sea necesario, según anticipó el martes el jefe del Comando Conjunto, Jaime Vela.

Asimismo, el funcionario señaló que estos espacios fueron durante años bases del crimen organizado y zonas de conflicto entre bandas, dedicadas principalmente al narcotráfico, que se disputaban el control de las cárceles.

El objetivo es que las organizaciones criminales no vuelvan a adueñarse de los centros penitenciarios, donde por rivalidades entre ellas se han registrado desde 2020 una serie de masacres carcelarias en las que han sido asesinados más de 450 presos.

Fuente: Vistazo

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