El 19 de diciembre de 1944, en medio de un recibimiento apoteósico llegaba a Girón el Presbítero señor doctor Agustín Crespo Heredia y de inmediato acometió obras propias de su apostolado y de su espíritu cristiano.

El 02 de octubre de 1950, comenzó a laborar una escuela que se gestó por la feliz iniciativa del Ilustre Sacerdote Crespo Heredia, quien, además donó la casa o edificio donde hasta hoy funciona. Esta obra venía a llenar las aspiraciones de su propulsor que la puso bajo la regencia de las Madres Oblatas como es hasta el presente y que, sin embargo, es ya de carácter fisco-misional. No su fundador sino el pueblo de Girón escogió el nombre de la institución y con mucho acierto se llama Instituto Agustín Crespo Heredia.

El doctor Crespo Heredia, vino a Girón para ejercer la Vicaría y se granjeó el cariño y respeto de todos los sectores ciudadanos. Compenetrado a cabalidad de los problemas y vivencias del cantón al que sirvió como Apóstol de Cristo, con estricta observancia de los cánones y principios morales y religiosos.

Nace el patrono en la ciudad de Cuenca el 19 de junio de 1902 del matrimonio de don Teódulo Crespo y doña Mercedes Heredia. Hizo su instrucción primaria en la escuela de los Hermanos Cristianos y luego obtuvo el bachillerato en el Colegio Benigno Malo. Más tarde, abraza los estudios teológicos en el Seminario Mayor de Cuenca.

Su salida de Girón en 1956, produjo profunda consternación pues, el pueblo se negaba a permitir su traslado y, no obstante, en actitud de cristiana obediencia, lo acompañó multitudinariamente en su despedida.

Por alrededor de 74 años este Centro Educativo, ha funcionado con el nombre del Ilustre Sacerdote doctor Agustín Crespo Heredia hasta que hace pocos días -entre gallos y medianoche- sin conocimiento alguno de la ciudadanía, con orden o autorización de no se qué funcionario, ha sido cambiada la denominación sustituyéndola por la de Julio Matovelle quien fuera -por qué negarlo- valioso escritor, religioso y abogado nacido en Cuenca. En efecto el doctor José Julio María Matovelle Maldonado fue fundador de la Orden de Religiosos Oblatos y ha merecido por parte del Vaticano el reconocimiento de “Venerable Siervo de Dios”. Acérrimo antiliberal que auspició y financió el levantamiento de guerrillas conservadoras a las que la historia imputa el cometimiento de graves desmanes y excesos, como lo refiere el eximo José Peralta en varios pasajes de sus “Años de Lucha”.

Me parece absolutamente injusto que al cabo de tres cuartos de siglo y quizá sin el suficiente estudio y análisis de la personalidad del nuevo patrono y, más aún con el desconocimiento total y aprobación de la ciudadanía y las autoridades gironenses se haya cometido este acto de tamaña ingratitud, olvidando los valores del doctor Crespo Heredia de quien nuestros mayores tenían el más elevado concepto.

Caben tantas preguntas y sólo formularé tres:
¿A quién se le ocurrió este despropósito?
¿Qué persigue la actuación de este modo?
¿Quién o quiénes autorizaron este hecho?

Lo menos que se puede exigir a quienes corresponda el asunto, es la reposición inmediata de la anterior denominación como opina un amplísimo número de ex alumnas de quienes ha merecido total rechazo esta absurda decisión.

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