Organismo en Ecuador no descarta sismo fuerte ante enjambre frente a la costa
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador no descartó este viernes la posibilidad de un sismo más fuerte de los que se han identificado en un enjambre marino frente a las costas de la provincia de Manabí.
Desde el pasado martes «están ocurriendo varios sismos de magnitud baja a moderada frente a las costas entre Jama y Bahía de Caráquez», en el centro oeste de Manabí, explicó el IG en un informe.
Aseguró que esta actividad sísmica «tiene un carácter de enjambre, es decir corresponde a un incremento del número de eventos dentro de un área específica, en un período de tiempo corto (días o semanas), sin que se reconozca un sismo principal».
Hasta el momento la mayor magnitud reportada por el IG es de 4,4 en 2 sismos ocurridos en la zona marina esta madrugada a las 03.35 y 03.47 hora local (08.35 y 08.47 GMT).
«No se puede descartar la generación de otros eventos con magnitudes mayores», aclaró el IG que mantiene una vigilancia permanente de la situación en la zona.
La zona costera de Ecuador, al formar parte del sistema de subducción, por el que la placa de Nazca choca contra la plataforma continental suramericana, está sometida a una permanente presión geológica.
El 16 de abril de 2016 la provincia de Manabí fue sacudida por un potente terremoto de magnitud 7,8 que causó más de 670 fallecidos, miles de afectados y millonarias pérdidas materiales.
Dicho terremoto también afectó una parte de la vecina provincia costera de Esmeraldas (fronteriza con Colombia) y se sintió con fuerza incluso en la capital ecuatoriana, Quito, situada en la provincia de Pichincha, en la zona andina del país.
Ecuador, además, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que concentra algunas de las zonas de subducción más importantes del planeta, y que en América comprende países como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá. EFE
Fuente: El Mercurio