Correísmo quiere agrupar la izquierda y ganar en segunda vuelta las presidenciales
La designación del nuevo binomio presidencial en la Revolución Ciudadana, conformado por Luisa González y Diego Borja, abre un debate interno y externo sobre las razones que impulsan al correísmo mostrar una apertura ante quienes les han sido críticos.
El binomio presidencial de la Revolución Ciudadana, conformado por Luisa González y Diego Borja, ha generado un intenso debate en las redes sociales y en las mesas desde su designación el 10 de agosto de 2024.
Mientras las redes sociales se llenan de mensajes en apoyo o rechazo al binomio, analistas, académicos e ideólogos buscan entender las razones que llevan al partido del expresidente y prófugo de la justicia, Rafael Correa, a avalar esta fórmula presidencial, mientras se anuncia el retorno de algunos líderes históricos del correísmo.
La Revolución Ciudadana además mantiene abierto el tablero de las negociaciones para “construir la unidad” de la izquierda ecuatoriana, espacio que, a pesar de abrirse con un alarde de fuerza, ha perdido empuje tras la ausencia de resultados, sobre todo en la mesa de acuerdos electorales.
El proceso unitario de la izquierda en el país además muestra algunas debilidades, tanto por la ausencia de algunos actores políticos, como el rechazo de movimientos que sostienen la imposibilidad de alcanzar acuerdos con el correísmo, como lo ha señalado Unidad Popular, que ha calificado a la RC como un partido más cercano a la derecha y en contra del bienestar de los pueblos, los sindicatos, los maestros y los estudiantes.
¿Qué busca la Revolución Ciudadana?
La convención nacional de la Revolución Ciudadana trató de mostrar a una organización política por encima de los rumores de división y sin afectaciones por las acusaciones que lleva la justicia en contra de algunos de sus integrantes por corrupción o relaciones con mafias y grupos delictivos.
El analista político, Alberto Acosta, consideró que la fórmula presidencial que impulsa el correísmo no obedece a los lineamientos que le permitieron llegar al poder en 2007, cuando se levantó gracias a un proyecto con propuestas concretas de transformación.
“La Revolución Ciudadana no fue un ejercicio político electoral a secas, como dijimos en 2007-2011, no tratábamos el triunfo de una persona, sino el triunfo de un pueblo y planteamos una serie de propuestas concretas de cómo llevar adelante esa transformación”, precisó.
Para Acosta la propuesta actual de correísmo no tiene “ninguna propuesta programática clara, sino simplemente el consolidar una alianza electoral”.
El politólogo y académico de la Universidad Central del Ecuador, David Chávez, señala que aún es temprano para analizar la estrategia del correísmo, pues todavía existe espacio para hacer modificaciones a través de las alianzas.
“Con el paso de los días podremos ver con más claridad. Siempre un acto como este, una nominación, aunque sea provisional es un mensaje político”.
Acotó que la designación de Diego Borja podría mostrar que dentro del correísmo “tienen la capacidad de ir redefiniendo sus estrategias, aunque eso no les ha funcionado en algunos casos”. Chávez acotó que esta sería una manera de romper el mito de que en la organización no hay autocrítica.
El director de la consultora de comunicación ICARE y analista político, Pedro Donoso, dijo a LA HORA que estamos frente a un proceso en el que las alianzas jugarán un papel importante para definir las estrategias en el futuro.
Puntualizó que en la lista de candidatos a la Asamblea Nacional, el correísmo con excepción de Paola Cabezas, “es una lista profundamente débil, profundamente ideologizada, en una discusión que no necesariamente está siendo ideologizante”, dijo al hablar de la discusión política que se desarrolla en la sociedad ecuatoriana.
La RC busca recuperar el centro del debate
Chávez destacó que el correísmo estaría ante tres retos importantes con el objetivo de romper los ataques que durante siete años han lanzado desde los gobiernos en contra de la organización política.
En este sentido, dijo que el partido trabaja en “tres cosas, volviendo por sus fueros, es decir, volviendo a ciertas figuras históricas importantes”. El segundo aspecto es la renovación “con nuevas figuras de lo que han sido los grupos de simpatizantes cercanos”.
El tercer punto estaría ligado a la intención de “abrirse hacia otros sectores, que es lo que representa, sobre todo, Diego Borja”.
A juicio de Chávez, el mayor problema que enfrenta el correísmo se encuentra puertas adentro, “pero hacia afuera al menos da una expectativa, abre debate y se han vuelto a poner en el centro del debate, nadie está discutiendo qué pasa con Daniel Noboa”, advirtió.
El correísmo busca un cheque en blanco
El analista Alberto Acosta precisó que el accionar del correísmo muestra dos objetivos claves en esta etapa del proceso electoral.
En primer lugar, una alianza electoral que le permita retomar el poder y en segundo término negociar un cheque en blanco con las izquierdas.
Explicó que dentro de las mesas que avanzan para la unión de las izquierdas no se ha logrado un acuerdo en cuanto al “programa de gobierno”, tampoco se ha avanzado en la unidad electoral.
“Lo que está planteado es el hecho de llegar a un acuerdo para la no agresión entre las distintas fuerzas políticas del centro, del progresismo y de las izquierdas. Eso es un reconocimiento de que van a ir con candidaturas propias”, apuntó.
Precisó que “no se estuvo buscando una real unidad electoral y menos aún programática, simplemente conseguir una suerte de cheque en blanco para favorecer al correísmo en la segunda vuelta electoral. Esa es la jugada del correísmo”, advirtió. (ILS)
Todavía no hay nada escrito
El director de Icare, Pedro Donoso, señaló que en la fecha clave para comenzar a entender las estrategias de las organizaciones políticas y sus próximos pasos, no es esta semana de democracia interna, sino el 30 de agosto de 2024, cuando finaliza el plazo para inscribir las alianzas.
“Hasta ahora no hay absolutamente nada dicho. Lo decidido el sábado 10 de agosto o el 17 de agosto está en profundo borrador. Esto está supeditado a las alianzas. La gran pregunta es, ¿las alianzas matan procesos de democracia interna? Yo creo que sí”, apuntó.
Donoso fue claro, “aún es muy pronto como descifrar lo que está sucediendo, la fecha clave para entender el escenario político será el 30 de agosto”.
Fuente: La Hora