Ecuador: El turbulento manejo de la diplomacia deja una estela de roces internacionales
Las decisiones del gobierno en materia de relaciones internacionales han generado dudas e, incluso, roces con otros Estados. El último episodio del polémico camino diplomático de Ecuador provocó el rompimiento de las relaciones con México.
Los desacuerdos y pleitos internacionales del Ecuador dependen del gobierno de turno y su respuesta a las coyunturas o, incluso, provocaciones. Esta vez le tocó al presidente Daniel Noboa, quien no ha mostrado una línea clara en materia de diplomacia.
El conflicto diplomático con México, por la incursión en la Embajada en Quito y la detención del exvicepresidente Jorge Glas, escaló hasta el rompimiento de la relación bilateral.
El presidente Andrés Manuel López Obrador retiró a todo su personal diplomático de Ecuador y suspendió indefinidamente la atención consular. Y, mientras tanto, las condenas a la violación de la Embajada se multiplican.
Pero, tampoco es una novedad la ausencia de claridad en el camino de la diplomacia del Gobierno. El plan de trabajo con el que Noboa llegó al poder tenía un enfoque comercial de las relaciones exteriores.
Mientras que el Plan Nacional de Desarrollo solamente habla de la necesidad de incrementar la cooperación no reembolsable.
Además, a la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores está la canciller Gabriela Sommerfeld, una empresaria de la aviación y el turismo, sin experiencia en diplomacia. Y, la dirección de la entidad, provocó que el embajador Carlos Larrea deje el Viceministerio, ahora encargado a la embajadora Isabel Albornoz.
La gestión diplomática
El gobierno del presidente Daniel Noboa lleva menos de cinco meses en el poder y ya ha generado varias polémicas, expectativas y dudas sobre la gestión diplomática.
A continuación PRIMICIAS hace un recuento de los principales eventos, que se suman a la designación de la canciller Sommerfeld y del conflicto con México:
- El destierro de la Vicepresidenta
Pese a que Verónica Abad fue la compañera de fórmula de Daniel Noboa en campaña, las diferencias políticas hicieron que el Mandatario la enviase a Israel, como embajadora para la paz, en medio del conflicto entre Israel y Hamás.
Así, el Gobierno se deshizo de la incómoda Vicepresidenta y la envío a cumplir una misión para la cual el país no había sido invitado ni tenía participación. Pero no solo eso, además, el Ejecutivo ordenó a Abad que no haga declaraciones públicas sin previa autorización.
Además, la sede diplomática ecuatoriana en Tel Aviv no puede tener dos embajadores, por lo que la relación bilateral con Israel se lleva directamente desde Quito. Ya que la vicepresidenta y embajadora Abad no puede intervenir en ese aspecto.
El nombre de Abad no aparece ni siquiera en el directorio de la Embajada de Israel.
2. La designación en la ONU
Para la representación permanente ante las Naciones Unidas, el Primer Mandatario también optó por designar a alguien sin experiencia en la materia: José de la Gasca.
El guayaquileño de 42 años es un abogado penalista con estudios en criminalística y ciencias forenses. Fue brevemente juez de Garantías Penales en Guayas y secretario Anticorrupción de Lenín Moreno.
Sin embargo, representa al Ecuador en el Consejo de Seguridad de la ONU y presidió la mesa en diciembre de 2023, sin mayor relevancia, en medio de los conflictos armados entre Ucrania y Rusia e Israel y Gaza.
Previamente, el cargo lo ocupaba también un abogado privado: Hernán Pérez Loose. Aunque el funcionario designado por Guillermo Lasso contaba con una amplia experiencia en litigio y arbitraje internacional, así como en comercio internacional e inversión extranjera; fue asesor gubernamental y parte de la misión diplomática que selló el acuerdo de paz con Perú.
3. La ‘chatarra’ rusa
En su afán de conseguir recursos para luchar contra la inseguridad, el presidente Daniel Noboa desencadenó un pulso político en el que Ecuador quedó atorado entre dos gigantes: Rusia y Estados Unidos.
Pero, finalmente, el ofrecimiento de enviar ‘chatarra’ militar rusa a Washington se desplomó. Y el mismo Primer Mandatario tuvo que buscar una excusa para retractarse y dar de baja esa transferencia, pese a que el objetivo de la transacción era claro desde un inicio.
Con este episodio, el Ejecutivo incumplió su ofrecimiento a la Casa Blanca, con quien mantiene una importante línea de cooperación en seguridad, y puso en vilo la relación con el Kremlin, que casualmente ejecutó medidas económicas contra Ecuador.
Aunque la canciller Gabriela Sommerfeld nunca lo aceptó, el embajador ruso en Quito, Vladimir Sprinchan, dijo que se trató de un momento crítico en la relación bilateral.
4. Falta de embajadores
Pese a la existencia del personal de carrera del Servicio Exterior, el Gobierno no ha podido ubicar nuevos embajadores en Estados Unidos y México. Ambos países clave para atender la crisis migratoria regional.
En Washington, Noboa decidió ratificar a Ivonne Baki, embajadora designada por Guillermo Lasso. Pero después de su traslado a la sede diplomática en Francia, Noboa intentó dejar la relación con la Casa Blanca a manos de Soledad Peña Plaza.
Pero la abogada guayaquileña de 30 años no cumple con la edad mínima para ser embajadora y apenas empezó su trabajo en la sede diplomática en diciembre de 2023. Por lo que Estados Unidos no le dio el beneplácito y desde entonces el gobierno de Noboa no ha nombrado un reemplazo.
Lo mismo sucede en la ciudad de México, donde, tras la salida del embajador Francisco Carrión en octubre de 2023, tampoco ha habido una designación oficial, pese a la crítica situación de los migrantes ecuatorianos.
Y ahora, tras el rompimiento de relaciones con México, la Cancillería no ha confirmado si al menos los servicios consulares para ecuatorianos se mantendrán en ese país o no.
5. La contradicción sobre Venezuela
La contradicción sobre Venezuela A finales de enero, la canciller Sommerfeld afirmó que Ecuador no reconocía la presidencia del venezolano Nicolás Maduro y enfatizó que “en esto tenemos que estar claros”.
Sin embargo, dos días después, el presidente Noboa argumentó que las declaraciones habían sido sacadas de contexto. Y aclaró que “no es que no reconocemos (al Gobierno de Maduro). No estamos de acuerdo que no haya elecciones libres en Venezuela”.
Pero el Mandatario sí agregó que su gobierno no reconocerá el resultado de las próximas elecciones generales, porque no las considera democráticas.
Fuente: Primicias